Los Ángeles – III
22/07/2009| IslamWeb
La fe en los pilares no admite excepciones
Continuamos hablando sobre los pilares de la fe, decíamos que esto es lo más importante que la persona pueda conocer, ya que de esta manera es que se diferencia el musulmán de los demás. Esto porque, quien crea en todas estas bases de la fe de la manera en que Al-lah lo ha ordenado, es un creyente de verdad. Ocurre lo contrario con aquel que sólo acepta algunos de los pilares y rechaza los otros, o simplemente los interpreta caprichosamente a su antojo, éste no es más que un impío. También mencionábamos que sobre los pilares de la fe es que giran las preguntas que se nos harán a todos y cada uno de nosotros, los seres humanos, en la tumba. Es por todo esto que los pilares de la fe es lo más importante que puede conocer el muslim.
Es importante resaltar que nuestra creencia en estos seis pilares de la fe, debe basarse únicamente en lo que Al-lah enseña en el Corán y en las enseñanzas de Su Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam; pues el no hacerlo, conlleva a que muchos crean en Al-lah pero de una manera equivocada. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {La mayoría de la gente no creerá así te empeñes en que crean…} [Corán 12:103]; esto porque tienen una fe equivocada.
De esta manera, debemos creer en los ángeles manteniéndonos dentro de los límites del Corán y la Sunnah, alejándonos por completo de las supersticiones y charlatanería, pues el musulmán no es supersticioso y no acepta las supersticiones. Para tener una creencia pura y completa, es que todo lo que mencionamos y mencionaremos se asienta en La Palabra de Al-lah y las enseñanzas del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
Los Ángeles nos acompañan constantemente
La relación existente entre los ángeles y los seres humanos, es una relación noble, fija, permanente y beneficiosa; no hay un solo paso que demos, es más, ni un respiro, sin que esté con nosotros un ángel. En este momento y en este lugar, ellos están a nuestro lado, dice el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “No hay una persona que haga el Wudu y permanezca en el lugar donde va ha hacer su oración (sea en su casa o en la mezquita), sin que a su lado se encuentren ángeles implorando a Al-lah por su perdón, hasta que anule su Wudu”. Imagínate ahora mismo están pidiendo: “Oh Al-lah perdónale, oh Al-lah sé clemente con él…
Los ángeles registran a quienes llegan temprano a la oración
Tenemos esta otra enseñanza de nuestro Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en la que nos dice: “No hay un grupo de personas que se reúnan en una casa, de las casas de Al-lah, que lean el Corán y lo estudien entre sí, sin que Al-lah haga que descienda sobre ellos la tranquilidad y los ángeles los rodeen”. Estos ángeles son más numerosos que el número de orantes reunidos, y han sido creados exclusivamente para asistir a las reuniones donde se invoca y recuerda a Al-lah. En otra alusión del Mensajero de Al-lah, encontramos que para la oración del viernes y la de las dos fiestas, los ángeles se paran en la puerta de la mezquita y anotan el nombre de las personas que asisten, hasta que el Imam comienza su Jutbah; momento en el cual entran, se sienta y escuchan el sermón. Sorprendente, ¿Quién les enseñó el nombre de cada uno de nosotros? SubhanAl-lah; a todos y cada uno los mencionan por sus nombres. Sucede que a muchos de nosotros no se les conoce el nombre, pues es una persona que no tienen una posición o estatus social o económico que le dé reconocimiento; pero Al-lah y Sus ángeles no miden a los hombres con esos estándares ni los consideran con estas formas materialistas. Claro, algunos no le encuentran sentido al hecho de asistir temprano a la mezquita, antes que los ángeles cierren sus libros donde anotan a cada uno de los asistentes a la oración, pues su manera de ver la vida es netamente material; para estos es más importante unos centavos que este momento, y qué desilusión se llevarán el día en que se encuentren ante Al-lah y sean testigos que ese dinero que prefirieron por encima de cumplir una orden de Al-lah, no les servirá; y que lo que realmente necesitarán allí serán las notas de los ángeles que en vida despreciaron…
Continúa…