Nuestros jóvenes y las vacaciones 2
13/06/2010| IslamWeb
Un grupo en particular del que es necesario hablar es la juventud y la forma como pasan y/o deben pasar las vacaciones, para buscar la forma de guiarlos y protegerlos de la perdición que los amenaza particularmente durante este periodo, debido al esparcimiento de pensamientos y costumbres que amenazan su fe, comportamiento e identidad, además de la estabilidad y futuro de la Ummah. Todo esto hace evidente que es necesario adoptar todas las medidas para aprovechar su vitalidad y juventud, llenando su tiempo beneficiosamente con programas culturales y deportivos, que reflejarán sus logros en la fe misma de estos muchachos y revertirá su bien sobre toda la sociedad. Pero, igualmente es necesario advertirles sobre los males que los acechan, y del error que es reunirse con personas que llaman a la desviación y desobediencia de Al-lah, o de viajar por placer a lugares donde el temor a Al-lah es lo último que interesa. Por su parte, los padres de familia están llamados a seguir con atención los movimientos de sus hijos, estar al pendiente de los cambios que se presenten en su comportamiento, y abrir canales de comunicación que les permitan establecer el diálogo entre ellos y sus hijos.
El llamado “libre derecho al desarrollo de la personalidad” sin límites, el vacío dejado por muchos hogares debido a su irresponsabilidad, la imitación ciega de modelos, filosofías, pensamientos y modas, y la búsqueda absurda por lo que se conoce como modernidad, civilización, la apertura social y la globalización, ha conducido a muchos de nuestros jóvenes hacia su desgracia y perdición, tanto así, que algunos de ellos han caído en el alcoholismo la drogadicción y el crimen organizado; mientras que otros han sido influenciados en su forma de pensar y concebir las cosas, incluso los principios básicos de la creencia y comportamiento islámico, al punto que se han radicalizado y desviado hacia el terrorismo y fundamentalismo (el Islam, como religión de paz y tolerancia, prohíbe enérgicamente cualquier forma de acción terrorista y el fundamentalismo; y enseña a que el hombre logre un balance en su vida para alejarlo del extremismo. Es importante señalar que no porque un musulmán trate de llevar una vida lo más cercana posible a las enseñanzas de Al-lah en el Corán y de Su Profeta en la Sunnah, sea un fundamentalista o extremista; así que no se le puede señalar con estos horribles nombres por tan solo ser una persona apegada a la mezquita y las enseñanzas que en ellas se imparte, o porque deje su barba larga, en el caso del hombre, o vista el Hiyab, en el caso de la mujer. Terroristas y fundamentalistas los hay por todas partes, de todas clases, razas y colores, y pertenecientes a ideas políticas, religiosas y filosóficas occidentales y orientales).
Si los padres y las instituciones sociales no cumplen con su papel de manera que salven a los jóvenes de caer presas de lo que anteriormente mencionábamos, serán expuestos a que el peso de la ley caiga sobre ellos, pues hay que proteger y salvar a todos los individuos de la sociedad. El Shaij del Islam Ibn Taimiah, que Al-lah lo Perdone, dijo: “La aplicación de las penas establecidas por Al-lah para los criminales y malvados protege a los demás de su perdición y del daño que les puedan hacer; pero además, es una forma de prevenir la criminalidad”.
Programas vacacionales para los jóvenes
Para evitar que nuestros jóvenes sean presas de todo mal y desviación, es importante formular y desarrollar programas preventivos. Por su parte, los padres y familiares deben establecer prioridades al momento de decidir a dónde ir y qué hacer en vacaciones, lo primordial para ellos deben ser sus hijos y las actividades que les ayuden a formar su personalidad, a generar conductas apropiadas y acordes a lo que el Islam exige.
El Islam establece todo un sistema de educación que asegura la rectitud de los individuos y la sociedad, en el que se aclaran los temas relacionados con la creencia, la práctica de adoración, los valores, el comportamiento, la conducta, el establecimiento de relaciones con los demás, entre otros; todo con el propósito de formar una personalidad íntegra y equilibrada.
Pero para que se logren los resultados esperados, los padres deben cumplir con su función. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego…} [Corán 66:6], y el Profeta Muhammad, sallallah 'alaihi wa sallam, dijo: “Todos vosotros sois pastores y todos vosotros sois responsables por vuestro rebaño” [Bujari y Muslim]. Sin embargo, ellos no pueden hacer su trabajo solos, necesitan todo el apoyo de las instituciones sociales gubernamentales y privadas. Todos deben aunar esfuerzos, pues lo que se está jugando no es solo la vida de estos jóvenes, que aunque sea muy valiosa no es lo único que se puede perder, la estabilidad de la sociedad, e incluso la seguridad interna y externa de las naciones dependen también de la seriedad con que se asuman las obligaciones frente a la educación y cuidado de las personas, desde su niñez hasta la mayoría de edad.
Padres y educadores deben llevar a los jóvenes hacía la grandeza y nobleza, sembrando en sus corazones que la vida del musulmán se basa en la seriedad, la responsabilidad y decisión, junto a la diversión y el esparcimiento, dentro de lo establecido por la Shari’ah.
Por lo anterior, es necesario instituir en los centros sociales y deportivos, escuelas y mezquitas, actividades educativas y recreativas a desarrollar durante las vacaciones, esto para aquellos que no van a viajar, para de esta forma darles una opción a estos jóvenes para alejarlos de la pérdida del tiempo frente a su televisor, computador o un video juego, que puede perjudicarlos mucho, y de las malas compañías cuando están fuera de casa. En cuanto a los que salen de viaje, mencionamos con anterioridad, deben procurar que los sitios a los que van ofrezcan lugares como a los que nos referimos, donde nuestros hijos crezcan en conocimiento y fortalezcan su comportamiento, lo que les ayudará a entender que no todo en la vida es juego por más que se esté de vacaciones.
En los últimos años se ha venido dando un cambio positivo en muchos hogares musulmanes a lo largo y ancho de la tierra, y es que uno de los puntos preferidos en las vacaciones es el Haramain (Meca y Medina). Este viaje llenará a la familia de muchas bendiciones, no solo por la recompensa que Al-lah Ha Decretado para quienes cumplan con los ritos que Él y Su Profeta, sallallah 'alaihi wa sallam, establecieron; además, este es el mejor medio para sembrar en los corazones de los niños y jóvenes, el amor y respeto por lo que Al-lah, Altísimo sea, Ha Declarado como sagrado.
Las vacaciones deben ser una temporada de renovación y no de destrucción. Si en ellas se teme a Al-lah, se cumple con las obligaciones y se previene de caer en el pecado, se habrá logrado alcanzar la paz y tranquilidad que se busca en esta temporada. Pero si, por el contrario, se comete todo lo que Al-lah Ha Prohibido, los problemas llegarán e incrementarán los que posiblemente ya habían; por eso, se debe tener cuidado de lo que se hace durante esta época, pues muchos piensan que por ser vacaciones hasta las obligaciones con Al-lah pueden dejarse de cumplir, y es ahí donde se exponen a sí mismos y a los suyos a la perdición.