Una mirada a la historia de Meca (Parte 2)
03/11/2010| IslamWeb
Ibrahim, la paz sea con él, fue muchas veces a Meca para estar pendiente de la condición en la que vivía su familia, y luego Al-lah le Ordenó que construyera la Ka’hab. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y cuando Abraham e Ismael levantaron los cimientos de La Casa dijeron: ¡Oh, Señor! Acepta nuestra obra, Tú eres Omnioyente, Omnisciente.} [Corán 2:127]
También dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y recuerda [¡Oh, Muhammad!] cuando establecimos a Abraham junto a la Casa Sagrada [y le ordenamos que la reconstruyera y] que sólo Me adorase a Mi, no Me atribuyera copartícipes y purificase Mi Casa [de la idolatría] para quienes la circunvalen ritualmente, y quienes oren de pie, inclinados y prosternados.} [Corán 22:26]
Ibn Kazir, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, comentando sobre este verso en su famoso libro de historia titulado “El comienzo y el fin”, en el volumen 1, página 135: “No hay un reporte auténtico del infalible (es decir, el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam) que nos informe que la Casa (la Ka’bah) fue reconstruida antes de Ibrahim, la paz sea con él, y quien sostiene eso, apoyándose en este verso (como evidencia), no tiene base alguna para tal afirmación, porque lo que se entiende de este verso es que él simplemente fue informado donde sería construida la Casa”. En el volumen 2, página 227 del mismo libro, él dice: “Los versos del Corán claramente indican que Ibrahim fue la primera persona en reconstruirla”.
Abu Dhar, que Al-lah Esté complacido con él, narró: “Pregunté al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam: ‘¡Oh, Mensajero de Al-lah! ¿Cuál fue la primera mezquita construida sobre la tierra?’ Él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, respondió: ‘La Mezquita Sagrada (en Meca)’. Luego pregunté: ‘¿Cuál mezquita fue construida después?’ Él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, respondió: ‘La Mezquita del Aqsa (en Jerusalén)’. Entonces pregunté: ‘¿Cuán fue el periodo entre la construcción (original) de ambas mezquitas?’ Él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, respondió: ‘Cuarenta años’”. [Bujari]
Estos reportes claramente resaltan la virtud del Profeta Ibrahim, la paz sea con él, y confirma que él fue quien reconstruyó las dos mezquitas, y que el periodo entre ambas fue de cuarenta años.
Por lo tanto, se hace evidente que lo primero que se estableció en Meca fue la Mezquita Sagrada (es decir, la Ka’bah), y que las primeras aguas que de allí brotaron fueron las de Zamzam.
A partir de entonces, los descendientes de Isma’il, la paz sea con él, se multiplicaron en el área del Hiyaz (la provincia en la que está Meca) y sus alrededores, y sus familias se sucedieron unas a otras en cuidar la Casa Sagrada y mantenerla por un largo periodo de tiempo, hasta que la tribu de Juza’ah asumió esta responsabilidad. La gente permaneció en el monoteísmo con el que Ibrahim, la paz se acon él, había llegado, hasta el tiempo en que ‘Amr bin Lahi Al Juza’i introdujo la adoración de ídolos en la Ka’bah.
Entonces, el número de ídolos aumentó en la Ka’bah, y este fenómeno se esparció alrededor de toda la Península Arábiga, hasta el extremo de que el número de ídolos en la Ka’bah llegó a 360, como lo afirma Al Kalbi en su libro Los Ídolos.
Debido a las numerosas guerras y peleas tribales, el pozo de Zamzam fue enterrado y la gente ya no lo pudo encontrar. Qusai bin Kilab, un bisabuelo del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, asumió por la fuerza la custodia, el cuidado y el mantenimiento de la Casa Sagrada, arrebatándole esta responsabilidad a la tribu de Juza’ah, ya que habían abusado de su autoridad. Qusai reunió a las familias dispersas de la tribu de Quraish, los relocalizó en Meca, y restableció la santidad de Meca, la cual se había perdido debido al mal uso de la autoridad que habían ejercido los Juza’ah y porque algunos de los de la tribu de Quraish habían sido establecidos en los alrededores de la Meca con el fin de protegerla.
Esto marcó el comienzo de una autoridad que engrandeció a la Meca y que ofrecía con libertad toda clase de servicios a sus visitantes, como alimentos, agua y la limpieza y mantenimiento de la Ka’bah.
Después, ‘Abdul Muttalib tuvo un sueño en el que vio el punto exacto donde se encontraba enterrado el pozo de Zamzam, excavó la zona y restableció el pozo. Así, el pozo de Zamzam una vez más se convirtió en la fuente de agua para los peregrinos y los visitantes, así como para los residentes de Meca.
Luego de esto, un importante evento tuvo lugar durante el tiempo de ‘Abdul Muttalib, en el cual Abrahah el etíope y su ejército se dirigieron hacia Meca llevando consigo un gran elefante para demoler la Ka’bah. Es por eso que aquel año pasó a ser conocido como “el año del elefante”, durante el cual nació el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam.
Una ciudad con una historia tan magnífica es digna de tener en alta estima y, por lo tanto, debe ser alabada y honrada. Merece ocupar un lugar especial en los corazones de sus residentes, así como de los musulmanes en general.