Aprende por qué es tan importante hablar con tu hija sobre la sexualidad desde una perspectiva islámica, y cómo puedes ayudar a eliminar los inconvenientes del crecimiento.
Hablar sobre sexualidad con una adolescente
Tu hija acaba de cumplir once años y ya comienzan a notarse cambios sutiles en la forma en que se ve, actúa y habla. Su cuerpo comienza a mostrar señales de maduración, y ella se muestra bastante malhumorada, mientras que sus conversaciones se sienten más adultas. Tu niña, o mejor, tu señorita, está entrando ahora en las primeras etapas de la pubertad y está experimentando los cambios maravillosos que ello implica. Como padre, es importante preparar a tu hija para esta fase de su vida, y también es crucial desde la perspectiva islámica. Una vez ella alcance la pubertad ya no será considerada una niña libre de responsabilidades. A contrario, será una adulta con todas las obligaciones que el Islam pone sobre ella. Espiritualmente, su relación con Al-lah crecerá y se desarrollará, y ella será responsable de todas sus decisiones, acciones e intenciones.
Aunque podemos capacitar a nuestros jóvenes para los aspectos espirituales y religiosos de esta etapa, a menudo descuidamos enseñarles sobre otro elemento importante: la sexualidad. Nuestro descuido puede deberse a vergüenza, incomodidad, temor o preocupación, pero es algo que debemos hacer por el bien de nuestra juventud. Los musulmanes jóvenes adultos han manifestado que les gustaría que alguien (un padre, pariente o Imam, por ejemplo) les hubiera hablado acerca de la perspectiva islámica sobre la sexualidad y cómo tratar con el sexo opuesto. Ellos tienen muchas inquietudes sobre esta nueva etapa de sus vidas, pero a menudo temen hacer preguntas al respecto. Es imperativo que los padres musulmanes hablen con sus hijos y los eduquen sobre este tema, ya que sus hijos podrían acudir a otras fuentes que, por lo general, no son islámicas. Es responsabilidad de los padres asumir esta tarea como parte de la educación o capacitación general de un niño. También debemos considerar cuánto beneficiará a nuestros jóvenes nuestra participación en ello, porque una preparación adecuada para los cambios que están experimentando disminuirá su preocupación, su ansiedad y sus miedos.
¿Qué debes decir?
Los siguientes son algunos puntos clave a considerar cuando se imparte información sobre la sexualidad a los jóvenes, y también son buenos puntos para tener en cuenta cuando se discute el tema con ellos.
1. La sexualidad es un regalo hermoso de Al-lah
La sexualidad es una bendición que nos ha dado Al-lah Todopoderoso. Obviamente, tiene el propósito de la procreación, pero es una misericordia proveniente de Al-lah Todopoderoso que haya en ella también disfrute y satisfacción. La relación entre el hombre y la mujer en todas las esferas destaca la gracia de Al-lah. Al-lah Todopoderoso dice: {Entre Sus signos está haber creado cónyuges de entre ustedes para que encuentren sosiego, y dispuso entre ustedes amor y misericordia. En ello hay signos para quienes reflexionan} [Corán 30:21].
Por lo tanto, la sexualidad es un componente en una relación de amor y afecto entre los cónyuges. No es algo vergonzoso ni escandaloso, sino que hace parte del maravilloso plan universal de Al lah.
2. La sexualidad es una prueba y también una responsabilidad
Aunque la sexualidad es un regalo de Al-lah, junto con muchas otras cosas en la vida, es también una prueba e implica responsabilidad. Al-lah Todopoderoso determina que, a la edad de la pubertad, la persona está lista para esta prueba. La prueba determina si un individuo se someterá o no a Al-lah y Sus leyes en esta esfera de la vida. Para pasar esta prueba, la necesidad sexual que se experimenta debe ser satisfecha de formas puras y legítimas dentro del vínculo del matrimonio. Fallar en esta prueba es involucrarse en relaciones sexuales ilícitas y en los actos y pensamientos que conducen a ellas. Existen normas estrictas en la Sharía (ley islámica) para nuestra vida sexual, incluso en relación con otros asuntos como el hiyab, la privacidad y nuestro comportamiento social. Muchas de estas son medios de prevención, que es el mecanismo más efectivo. Este asunto es muy serio y debe ser tratado como tal, pues las consecuencias son realmente severas si se descuida.
3. La sexualidad y el matrimonio son inseparables
A fin de ayudarnos a completar con éxito esta prueba, Al-lah Todopoderoso, a través de Su misericordia, nos ha proporcionado medios legítimos para satisfacer el deseo sexual. El matrimonio se enfatiza mucho en el Islam por esta razón −y por muchas otras−, como se indica en la siguiente narración profética. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien se case habrá completado la mitad de su fe; por tanto, que tenga temor de Al-lah en la mitad restante” (At-Tabarani). Él, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo también: “Quien puede permitirse el lujo de casarse debe hacerlo, porque ello le ayudará a bajar la mirada (de mirar cosas prohibidas y otras mujeres) y a salvar sus partes privadas (de cometer actos sexuales ilegales); y a quien no pueda permitirse ese lujo se le aconseja observar el ayuno, pues el ayuno disminuye el ímpetu sexual” (Bujari).
El Islam fomenta el matrimonio como una forma lícita de satisfacer los deseos sexuales y como un escudo y una protección de la inmoralidad. El matrimonio no debe ser pospuesto, como es práctica común en esta época, en particular si el joven tiene un deseo sexual fuerte. El cumplimiento y la satisfacción de este deseo es uno de los principales propósitos del matrimonio, así que no debe ser pospuesto ni suprimido con el objetivo de realizarse académicamente ni de alcanzar una determinada edad, en especial si la tentación de relaciones ilícitas está presente.