Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Primeramente, sepa usted que la conversación entre hombres y mujeres mediante Internet puede conducir a la tentación, y la caída en el mal y la corrupción. Entonces, debe tener cuidado con este asunto.
La vida matrimonial es un camino largo, exige que la mujer tenga paciencia y no se apresure a elegir a su esposo. De lo contrario, puede traer como consecuencia que su matrimonio fracase, o que el mal comportamiento de su marido termine influenciándola.
No es suficiente que el hombre diga sobre sí mismo que cumple con las obligaciones religiosas y que evita cometer los actos prohibidos; sino que la mujer debe asegurarse consultando personas fiables que conozcan a este hombre más que ella.
Si ella sabe que es un hombre religioso, de buen comportamiento y moral, debe realizar la oración de Al Istijarah acerca de su matrimonio con él; sobre todo, si fue él mismo quien le aseguró que cumple con las obligaciones del Islam, a pesar de que es negligente y no observa el más importante pilar del mismo, después de los dos testimonios de fe, que es la oración.
Creemos que le será difícil asegurarse de la religiosidad, comportamiento y moral de este hombre. Por consiguiente, le aconsejamos olvidar el asunto de casarse con él; tal vez Al-lah, Glorificado y Alabado Sea, le Dé otro hombre mejor que él. Pues Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Y sabed que Al-lah le facilitará, a quien Le tema, todos sus asuntos.} [Corán 65:4].