Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, es Su Siervo y Mensajero.
Suponemos que fueron las autoridades de emigración quienes no le permitieron entrar al país por no tener la visa para hacerlo, casos como estos se comparan con lo que le sucedió al Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y sus Sahabah en Al Hudaibiah, pues ellos iban con la intención de hacer la ‘Umrah pero los politeístas de la Meca se lo impidieron, así que el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, ordenó que sacrificaran los animales que llevaban con ellos y que se raparan o cortaran el pelo para así disolver el Ihram. Dice Al-lah, Altísimo sea (lo que se interpreta en español): {Pero en caso de que algo os impidiese completarla, sacrificad el animal que podáis como ofrenda [camello, vaca, cordero o cabra].} [Corán 2:196]
Por lo tanto, lo que debe hacer es sacrificar un animal para liberarse del Ihram; si no le es posible, entonces debe ayunar diez días y no debe repetir la ‘Umrah, porque el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no lo hizo y no ordenó a sus Sahabah que lo hiceran.