Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Si pensaba –en tal estado de temor– que lo más probable era perder a su hijo si no rompía el ayuno, entonces está permitido lo que hizo. Pero si no era más que un producto de su imaginación, entonces lo que hizo no está permitido y debe arrepentirse sinceramente; y de todos modos tiene que recuperar ese día. Además, debe alimentar a un pobre por dicho día según muchos de los ‘Ulama’ (pl. de ‘Alim, es decir, eruditos), ya que usted hizo eso porque temía por su bebé.
Ibn Qudamah, que Al-lah lo Perdone, dijo: “Si alguien teme por su hijo, entonces puede romper el ayuno; pero debe recuperarlo y alimentar a un pobre por cada día no ayunado. Esto fue narrado por Ibn Omar, que Al-lah Esté complacido con él, y es la opinión más famosa de la escuela Shafita”.
Según los Malikitas, los Shafitas y los Hanbalitas, debe alimentar a un pobre también porque ha pospuesto la recuperación del ayuno a pesar de su capacidad. Además, debe arrepentirse ante Al-lah, ya que debería haberse apresurado a preguntar a los eruditos y no haberse tardado tanto en averiguar el veredicto al respecto.