Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
A quien Al-lah Admita en el Paraíso recibirá lo que desee y pida. Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Tendréis en él cuanto anheléis, y os tenemos reservado una recompensa aún mayor [contemplar a Al-lah].} [Corán 50:35]
Es muy posible que la Casa frecuentemente visitada por los ángeles que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, vio la noche de su ascensión en el séptimo cielo es la Ka’bah de la gente del Paraíso, tal y como lo confirman la Sunnah y las afirmaciones de los Compañeros.
El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, vio setenta mil ángeles entrando en la Casa en el séptimo cielo cada día. Se trata de una Casa comparable a la Ka’bah que hay en la tierra, y su santidad en el cielo es la misma que en la tierra.
El musulmán debe esforzarse en la obediencia de su Señor para ser admitido en el Paraíso, y debe evitar quedarse corto, quedarse con la esperanza nada más y sin obras; pues esta actitud hace a la persona negligente, evitando que actúe y perjudicando grandemente su entrada al Paraíso.
Y Al-lah Sabe mejor.