¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Bajo esas circunstancias, el feto debe ser lavado, amortajado, y se debe hacer la oración fúnebre por él. Esta es la opinión de muchos eruditos del Fiqh, debido a que fue establecido por el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, que dijo: "En cuanto al bebé mortinato, se hace oración por él y se pide perdón y misericordia para sus padres" [Ahmad, Abu Dawud, Ibn Hibban y Al-Hakim: Saheeh; Al-Albani: Saheeh].
El significado de ‘mortinato’ es ‘el niño que nace muerto.’ El erudito Hanbali Al-Bahuti dijo: "El mortinato, si alcanzó los cuatro meses de edad en el vientre, es lavado y se hace oración por él, incluso si no lloró justo al nacer, como es habitual".
La opinión que sostiene la legalidad de hacer la oración por él es la opinión de Ahmad. Ibn Qudamah dijo en Al-Mughni: "Esta es la opinión de Sa‘id ibn Al-Musayib, Ibn Sirin e Ishaaq, e Ibn Omar oró por el bebé de su hija, que nació muerto."
Ofrecer condolencias por la muerte del niño está legislado, puesto que es una aflicción que está incluida en el hadiz: "Aquel que ofrece condolencias a una persona afligida, recibirá una recompensa similar." [At-Tirmidhi, Ibn Mayah; hay cierta debilidad en la cadena.]
Del mismo modo, se recomienda darle nombre al niño, según las opiniones de Ahmad y Ash-Shafi‘i.
Y Al-lah sabe más.