Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sal-la Al-lahu ‘alaihi wa sal-lam, es Su siervo y mensajero.
Si el médico que receta esos medicamentos es un especialista en la materia, y la medicina formulada no está compuesta por algún elemento Haram, entonces no hay problema alguno en seguir su dictamen; pues el Al-lah y Su Profeta nos ordenan la medicación.
Pero al mismo tiempo no debemos olvidar usar el Corán como medio de curación, ya que, sin lugar a duda, en él hay sanación para el alma y el cuerpo, dijo Al-lah, glorificado y alabado sea (lo que se interpreta en español): {Revelé el Corán, que es cura para los corazones y misericordia para los creyentes} [Corán17:82] y los Du’a y Adhkar auténticos y certificados, enseñados por el Mensajero de Al-lah, sal-la Al-lahu ‘alaihi wa sal-lam, para tal fin.
Recordemos que la Ruquiah que consiste en la lectura de algunos ayas del Corán y Du’as y Adhakar, protegen al musulmán de los problemas psicológicos, del susurro del Shaitan y del mal de la gente, como la brujería. Pero para que está Ruquia sea verdaderamente efectiva la persona que la realiza debe ser fiel cumplidora de sus obligaciones religiosas y practicas islámicas, además, de confiar en Al-lah, glorificado y alabado sea.
Y Al-lah sabe más.