¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
No hay nada de malo con pagar el zakat a este vecino, ya que se le considera uno de sus destinatarios. Sin embargo, no puedes saldar sus deudas a su nombre a menos que él te autorice a ello. Lo correcto es pagarle a él el zakat y que él elija si salda sus deudas o si hace uso de ello de otro modo.
Y Al-lah sabe más.