Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos.
Las virtudes de suplicarle a Al-lah bendiciones y paz por Su Mensajero son muchas y han sido ratificadas por los textos auténticos, dentro de los cuales podemos mencionar el hadiz registrado por Muslim de ‘Abdul-lah Bin ‘Amru Bin Al ‘As, que Al-lah esté complacido con él, en el que repotó que escuchó al Enviado de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, decir: “Cuando escuchen al Mu’adhin hacer el llamado a la oración, repitan después de él lo mismo que dice, y cuando termine pídanle a Al-lah que me bendiga y me dé paz. Si lo hacen, Él les dará lo que piden por mí diez veces. Luego suplíquenle que me dé la Wasilah, la cual es un grado especial en el Paraíso, que le será concedido solo a un siervo de Al-lah, y yo espero ser esa persona. Si hacen esto, mi intercesión les será lícita el Día de la Resurrección”.
En cuanto a la manera que mencionas (Al-lahumma Sal-li ‘Alan-Nabi) es lícita y válida, por lo tanto recompensada, tal como lo expresa la opinión de algunos de los sabios. An-Nawawi escribió en Al Maymu’: “El Shafi’i y sus compañeros dijeron respecto a la expresión mínima válida para esta súplica es: Al-lahumma Sal-li ‘Ala Muhammad, también: Sal-al-lahu ‘Alaihi Wa Sal-lam, mismas que fueron mencionadas por el autor de Al Hawi quien las comparó con: ‘Alaihis-Salam, por lo que es válido hacerlo, y esto es una prueba clara de que decir: Al-lahumma Sal-li ‘Alan-Nabi o ‘Ala Ahmad, es válido y aceptado”.
Para más beneficio te recomendamos leer las Fatwas que próximamente serán publicadas: 4863, 5025 y 21892.
Y Al-lah sabe más.