¡Alabado sea Al-lah!, Señor de los mundos. Testifico que nadie merece ser alabado excepto Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
En la sabia legislación de la Shari‘ah (la ley islámica), el Todopoderoso ha prohibido la exhumación y el uso indebido de las tumbas, por respeto a los fallecidos, y ha hecho la ruptura de los huesos de los muertos similar a romper los huesos de los vivos. ‘A’ishah, que Dios esté complacido con ella, narró que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "Romper un hueso de un muerto es como romperlo mientras está vivo" [Ahmad, Abu Dawud e Ibn Mayah]. Él, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo también: "No se sienten en las tumbas ni recen en ellas" [Muslim].
Por otra parte, los fundamentos de la Shari‘ah exigen tomar y magnificar los beneficios mientras se desvían y minimizan los males. Como tal, si una autopsia será de beneficio o alejará el mal, y si no hay otra forma de lograr esto, entonces está permitido. Si una autopsia es necesaria en este caso, entonces lo más apropiado es realizarla en un cuerpo que no ha sido enterrado aún, a fin de evitar la exhumación. Pero en el caso que se requiera la autopsia de alguien que ya ha sido enterrado, entonces no hay restricción en exhumar los huesos del difunto en ese momento.
Y Al-lah sabe más.