Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
El padre ocupa un lugar especial en el Islam, pues la Shari‘ah impone obedecerlo y tratarlo con piedad; Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Y le hemos encomendado al hombre que haga el bien a sus padres} [Corán 46:15]
La mejor manera tratar bien al padre es aconsejarle con suavidad y prudencia, si es negligente en sus deberes religiosos.
Los malos comportamientos y la negligencia del padre no anulan la obligación de obedecerle y tratarle bien.
Si su padre no realiza As-Salat, bebe el jamr, come carne de cerdo, e incumple con los derechos de su esposa y sus hijos, como usted ha mencionado; está en un gran peligro. Por eso, deben aconsejarle, recordarle a Al-lah, Glorificado Sea, suplicar a Al-lah que le Guíe, y pedir a la gente recta y piadosa que le aconsejen; pues tal vez así se arrepienta y vuelva a la rectitud, pero no hay que perder las esperanzas en que se encamine por la guía.
Puesto que la mayoría de los ulemas no consideraron incrédulo a quien deja As-Salat por negligencia, sin negar su obligación. La tutela de este padre sobre sus hijos no se anula a causa de su corrupción moral -según la opinión de la mayoría de los ulemas.
Y Al-lah Sabe mejor.