Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
La creencia de los Salaf Salih consiste en entender los textos de los Atributos de Al-lah tal como fueron descendidos sin describir cómo son sus detalles. Y esta regla se aplica a todos los textos que tratan los Atributos. La palabra “mano” no indica la fuerza sino en su sentido metafórico, y no se permite ignorar el significado evidente del vocablo y explicarlo según un significado menos evidente, si no hay una prueba de ello.
Lo que confirma la invalidez de la opinión de los Ash’aríes de explicar la palabra “mano” como la fuerza o el poder es que éste vocablo ha sido citado en una aleya en forma dual. Pues Al-lah Dice (lo que en español se interpreta así): {¿Qué es lo que te impide postrarte ante quien He creado con Mis dos Manos?} [Corán 38:75]. Entonces, ¿¡podemos decir que Al-lah Tiene dos fuerzas o dos poderes!? ¡Claro que no!
Respecto al vocablo “extremidad”, este vocablo no fue mencionado, en este contexto, en los textos revelados (Corán y Sunnah). Por lo tanto, no se permite atribuírselo a Al-lah, Glorificado y Alabado Sea. Ibn Abi Al ‘Izz, que Al-lah le dé Su perdón, aclaró que no se dice que estos Atributos sean extremidades, porque las extremidades implican necesidad; y dijo también: “No se permite atribuir todos estos sentidos a Al-lah, Glorificado y Alabado Sea, y por eso no se citaron en Sus Atributos. Pues los significados de los vocablos de la Shari‘ah son correctos y no admiten interpretaciones infundadas. Tampoco se debe cambiar los vocablos de la Shari‘ah, ni mediante la negación ni la afirmación, para que no se afirme un significado corrupto ni se niegue un sentido correcto".
La seguridad está en seguir la creencia de los Salaf Salih y no discutir sobre estos Atributos siguiendo sólo las opiniones personales, pues éste es uno de los caminos del extravío. Llamamos la atención a que la gente común debe evitar discutir de teología con la gente herética, y sólo deben hacerlo los que están bien arraigados en el conocimiento de la Shari‘ah.