Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Está permitido para usted casarse con esta mujer y será recompensado por hacerlo, si su intención es conservar la castidad de ella y mantenerse a salvo de tener relaciones sexuales ilícitas. Los pecados que ella cometió antes, como la fornicación y otros, no deben tenerse en cuenta si ella se ha arrepentido y ha abrazado el Islam; pues el Islam anula los pecados anteriores, y el arrepentimiento también los anula.
Con respecto al niño, él le pertenece sólo a la madre, ya que no existe ninguna relación entre él y su padre, porque es un padre ilegítimo al haberlo engendrado mediante la fornicación. Puesto que el niño no tiene ningún padre legítimo, entonces ese hombre no tiene ninguna obligación religiosa hacia él.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “El muchacho es para (es decir, será entregado a) el dueño de la cama (es decir, el esposo legítimo), y la piedra es para la persona que sostuvo una relación sexual ilegal (es decir, el niño no será entregado a él)” [Al Bujari y Musulim].
Y Al-lah Sabe mejor.