Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Lo que parece -y Al-lah Sabe mejor- es que este acto no está permitido, porque es igual que inclinarse (hacer una venia) al saludar, y esto está prohibido. Fue narrado de Anas Ibn Malik, que Al-lah esté complacido con él, lo siguiente: “Un hombre dijo: ‘¡Oh Mensajero de Al-lah! cuando el hombre se encuentra con su hermano o amigo, ¿debe hacerlo inclinándose?’ Dijo el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam: ‘No’. El hombre dijo: ‘Entonces, ¿debe abrazarlo y besarlo?’ El Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, contestó: ‘No’. Dijo: ‘¿Y si le estrecha la mano?’ Dijo el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam: ‘Sí’”. [Ahmad, Al-Tirmidhi e Ibn Mayah]
Aclaramos que no está permitido al hombre estrechar la mano a la mujer que no es de sus Mahrim (plural de Mahram), pues fue narrado, bajo la autoridad de Ma‘qal ibn Yasar, que Al-lah esté complacido con él, que el Profeta, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Es mejor para cualquiera de vosotros ser alcanzado en la cabeza por un aguijón de hierro, que tocar a una mujer que no le es lícita”. [Al-Tabarani y Al Bayhaqi]