Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Según Ibn Kazir, el Sheij del Islam (Ibn Taymiyyah) y Ash-Shawkani, que Al-lah les dé Su perdón, la discusión censurada en las dos aleyas se refiere a la disputa y la incertidumbre acerca de
La primera aleya fue revelada en referencia a An-Nadr ibn Al Hariz, ya que discutía mucho, y decía: "Los Ángeles son las hijas de Al-lah, y el Corán son historias de los primitivos". Además, negaba la Resurrección. Ash-Shawkani, que Al-lah le dé Su perdón, dijo: "Él discutía sobre el Poder de Al-lah, Glorificado Sea, sin conocimiento ni evidencia, pretendiendo que Al-lah no Es Capaz de llevar a cabo
Estas aleyas no se refieren a quien predica o da consejos en la medida de su conocimiento limitado, aunque sea un recién convertido al Islam, siempre que no hable sobre Al-lah sin conocimiento.
La Shari‘ah permite al que sabe una sola aleya, un Hadiz o una información auténtica comunicarlas. La prueba de esto es el Hadiz: "Comunicad lo que me fue revelado aunque fuera una sola aleya" [Al Bujari]. Y el Hadiz: "Al-lah Da lozanía al rostro de quien oye de mí algo y lo transmite tal como oye. Tal vez algunos de los que sean informados comprendan mejor lo que dije, que algunos de los presentes" [Al-Tirmidhi]
Los Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, aplicaban eso; pues cada uno de ellos, al islamizarse, predicaba el Islam en la medida de su posibilidad, como lo hacían Abu Bakr, Sa‘d ibn Mu‘adh, Dimam, At-Tufayl y otros, que Al-lah esté complacido con ellos, según lo mencionado en los libros biográficos.
La Shari‘ah prohibió hablar sobre Al-lah sin conocimiento, pues Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta en español):
{Di: Lo que de verdad Ha prohibido mi Señor son las indecencias, tanto las externas como las que se ocultan, la maldad, el abuso sin razón, que asociéis con Al-lah aquello sobre lo que no Ha descendido ninguna evidencia y que digáis sobre Al-lah lo que no sabéis.} [Corán 7:33]
Por consiguiente, está permitido escuchar al que tiene un conocimiento limitado de la religión, si habla en la mezquita.
Y si usted oye de él cosas cuya autenticidad parece dudosa, consulte a los ulemas o revise las referencias bibliográficas para asegurarse de su autenticidad. Una vez asegurado de la falsedad de lo que ha sido dicho, explíquele esto a ese hombre prudentemente con el fin de aconsejar a su hermano musulmán.
Los ulemas dijeron que el hombre tiene que prestar sus oídos y su corazón a lo que puede traerle beneficios, y después, pensar en su autenticidad y asegurarse de ella. Además dijeron:
"Abu Hurayrah, que Al-lah esté complacido con él, era uno de los Compañeros más sabios, pues su maestro era el más sabio entre las criaturas de Al-lah. Sin embargo, esto no le hizo orgulloso, ni lo llevó a dejar de beneficiarse del ladrón mentiroso (Abu Hurayrah custodiaba el tesoro musulmán y atrapó a un demonio con forma humana robando, este le contó las virtudes de una aleya especial del Corán para que lo deje ir), y cuando le informó al Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, lo que el demonio le dijo, el Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, lo corrigió, y así, llegó a ser un asunto incluido en la Shari‘ah. "
Además, subrayamos la importancia de buscar el conocimiento de la religión, y de que el que invita hacia Al-lah debe invitar solamente a lo que sabe, y estar seguro de su autenticidad. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta en español): {Di: Este mi camino. Llamo a (la adoración) de Al-lah basado en una clara visión, tanto yo como los que me siguen. Y ¡Gloria a Al-lah! Yo no soy de los que asocian.} [Corán 12:108]
Eso no significa que el creyente deba llamar al Islam sólo después de ser erudito en cuanto a todos los asuntos, sino que al saber una cuestión de la Shari‘ah, debe transmitirla a los musulmanes o a quienes la necesiten.
El musulmán tiene que buscar la verdad sin fanatismo, y es necesario realizar mucho la oración voluntaria de la noche. Entre las súplicas con las cuales el Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, empezaba la oración voluntaria de la noche está la siguiente: "Al-lahuma Rab Yibril wa Mika’il wa Israfil, fatir al-samawat wa al ard ‘alim al gayb wa ash-shahadah, Anta Tahkum bayn ‘Ibadika fi ma kanu fihi yajtalifun ihdini lima ujtulifa fihi min al haqq bi’idhnika innak tahdi man tasha’ ila siratin mustaqim. (¡Oh Señor de Yibril, Mika’il (Miguel) y Israfil (Rafael), Originador de los cielos y de la tierra, Conocedor de lo Oculto y de lo Aparente, Tú Juzgarás entre Tus siervos acerca de aquello en lo que discrepaban. Guíame a la verdad de la que discrepaban, con Tu permiso, ya que Guías a quien Quieres al camino recto!)" [Muslim]