La obediencia y la adoración a Al-lah son dos de las grandes cualidades con las que Al-lah Ha elogiado a Sus siervos creyentes. La persona cuya adoración y obediencia a Al-lah, el Altísimo, han sido las más perfectas, fue el Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, ya que su manera de adoración era completa, sin exageración ni negligencia. Pues, su obediencia a Al-lah, el Altísimo, era una cualidad que le acompañaba en todos sus movimientos y en su quietud, al levantarse y al sentarse, en su sueño y en su vigilia, en su seriedad y en sus bromas, y en todos sus estados no salía de esta actitud de adoración.
la Madre de los Creyentes, ‘Aishah, que Al-lah esté complacido con ella, nos informó acerca de cómo se esforzaba en la adoración el Profeta, sallAl-lahu ‘alaihi ua sallam, en el Hadiz narrado por Al Bujari, que Al-lah le dé Su perdón, diciendo: “El Profeta, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, ayunaba hasta que pensábamos que no dejaría el ayuno.” En cuanto al largo tiempo que pasabaen la oración voluntaria durante la noche, era algo increíble, pues ‘Awf ibn Malik, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Me levanté para realizar la oración con el Mensajero de Al-lah, sallAl-lahu ‘alayhi wa sallam, y él empezó por utilizar Al-Siwak, luego hizo la ablución, se levantó e inició la oración, empezando con la sura de Al Baqarah, y no pasaba por ninguna aleya que indique la Misericordia de Al-lah sin pausar y suplicar, y no pasaba por ninguna aleya que indique el castigo sin hacer una pausa para pedir el refugio de esto. Luego se inclinó y se quedó inclinado tiempo similar al que pasó levantado, diciendo en su inclinación: “Subhana dhi al Yabarut wa al malakut wa al kibriya’ wa al ‘adhamah (Glorificado Sea el Señor de la omnipotencia, del reino, del orgullo y de la grandeza.)” Luego se postró un tiempo equivalente a lo que duró su inclinación, diciendo en su postración: “Subhana dhi al yabarut wa al malakut wa al kibriya’ wa al ‘adhamah (Glorificado Sea el Señor de la omnipotencia, del reino, del orgullo y de la grandeza)” Luego leyó la siguiente sura y la que la sigue, haciendo lo mismo en cada sura que leía.
En suma, él era el hombre más perfecto respecto a la adoración y la obediencia a Al-lah, que la Paz y las Bendiciones de Al-lah Sean con él. Por eso, debemos tomarle como un buen ejemplo en cuanto a su adoración y sus buenas obras, para que seamos felices en esta vida y en la Última.