Entre las virtudes que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, poseía estaba el hecho de cumplir las promesas, devolver sus derechos a los justos dueños, no traicionar, sometiéndose a la orden de Al-lah de Su Libro Sagrado, donde Al-lah, Exaltado Sea, Dice (lo que en español se interpreta así): {No os acerquéis a la riqueza del huérfano, si no es con lo que más le beneficie, hasta que no alcance la madurez. Y cumplid la medida y el peso con equidad. A nadie le obligamos sino en la medida de su capacidad. Y cuando habléis, sed justos, aunque se trate de un pariente próximo. Y cumplid el compromiso con Al-lah. Eso es lo que se os encomienda para que tal vez recordéis} [Corán6:152].
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, se identificaba completamente con estas virtudes, ya fuera en su tratamiento con su Señor o con sus esposas o con sus Sahabah, incluso con sus enemigos.
En su tratamiento con su Señor era fiel, ya que obedecía y adoraba a Al-lah de la mejor manera. Divulgó el Mensaje de su Señor con toda la fidelidad, aclaraba a la gente la religión recta de Al-lah, les guiaba al camino recto según lo que se le revelaba de Al-lah y lo que le Ordenaba. Al-lah, Exaltado Sea, Dice (lo que en español se interpreta así): {E hicimos que te descendiera a ti el Recuerdo para que pusieras en claro a los hombres lo que se les había hecho descender y para que pudieran reflexionar} [Corán 16:44].
Era fiel con sus esposas, nunca olvidaba las atenciones magnánimas de su esposa Jadiya para con él, su generosidad, su mente racional, sus diferentes sacrificios, hasta tal punto que no se casó con otra en vida de ella. Siempre hablaba de sus mejores virtudes, mantenía buenas relaciones con los familiares de ella y trataba bien a sus amigas. Todo esto era en fidelidad a ella.
Era fiel con sus familiares, ya que nunca olvidó las atenciones de su tío Abu Talib, respecto a su educación cuando tenía ocho años, su cuidado hacia él. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, intentaba guiarle antes de su muerte, y pedía el perdón de Al-lah para él después de su muerte, hasta que le fue prohibido hacer eso.
De su fidelidad hacia sus Sahabah, destaca la situación con Hatib Ibn Abu Balta‘ah, quien difundió información secreta de los planes del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y de sus Sahabah en una de las situaciones más peligrosas. Escribió a Quraish informándoles acerca de la llegada del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, con su ejército. Pero el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le perdonó por fidelidad hacia la gente que estaba presente en la batalla de Badr y dijo: “él estaba presente en la batalla de Badr, ¿y quién sabe si es que Al-lah ya Vio los corazones de la gente de Badr y dijo: haced lo que queráis, yo ya os He perdonado”, narrado por Al Bujari y Muslim.
Respecto a su fidelidad hacia sus enemigos, esto se ve en la tregua de Al Hudaibiah, ya que se mantuvo adherido a las condiciones y fue fiel para con Quraish. Fue narrado bajo la autoridad de ’Anas, que Al-lah esté complacido con él, que Quraish se dispuso a pactar una tregua con el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, así que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le dijo a ‘Ali, que Al-lah esté complacido con él: “escribe en el nombre de Al-lah, el Compasivo, el Misericordioso"; pero el representante de los incrédulos de La Meca, Suhail Ibn ‘Amru, no aceptó, declarando que no conocía al “Misericordioso” e insistió en que se comenzase con la fórmula acostumbrada: “en Tu nombre, Oh Señor”. Entonces el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo que comenzaran con la formula: "es lo que Muhammad, el Mensajero de Al-lah acuerda con …", pero Suhail tampoco estuvo de acuerdo y dijo: “si pensáramos que eres el Mensajero de Al-lah, te hubiéramos seguido, pero escribe en cambio tu nombre y el de tu padre”, así que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "es lo que Muhammad, hijo de ‘Abdullah acuerda con …". Acordaron con el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, que quien se dirigiera, de los musulmanes, a Quraish se quedaría con ellos y, en cambio, quien fuera al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, de los Quraish sería devuelto a Quraish. Así que, sus Sahabah dijeron: "¡Oh Mensajero de Al-lah! ¿en verdad Escribimos eso?". Él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Sí, ya que quien nos deje y se vaya con ellos, será porque Al-lah le Habrá alejado, y a quien se dirija a nosotros de ellos, Al-lah le facilitará las cosas y le dará una salida”. Fue narrado por Muslim. En esos momentos, por ejemplo, los musulmanes devolvieron a Abu Basir, cumpliendo la promesa, aunque él se había islamizado en La Meca y se había dirigido a los musulmanes escapando de Quraish.
Fue narrado bajo la autoridad de Hudhaifah Ibn Al Iaman, que dijo: “lo que me impidió estar presente en la batalla de Badr, fue que cuando salí con Abu Husail, nos capturaron los incrédulos de Quraish, y nos dijeron: ¿queréis uniros a Muhammad?, a lo que contestamos: no le queremos, solamente queremos ir a Medina. Así que, les dimos nuestra palabra de que nos dirigíamos a Medina y no ibamos a luchar a su lado. Cuando llegamos ante el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le informamos de lo acontecido; así que él dijo: “iros (no participéis del combate como prometisteis), vamos a cumplir vuestra promesa para con ellos, y pidamos el auxilio de Al-lah contra ellos”. Fue narrado por Muslim.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, consideraba la anulación de la promesa, como una de las señales de los hipócritas. Así pues, dijo: “las señales del hipócrita son tres: si habla miente, si promete no cumple y si se le confía algo traiciona”, narrado por Al Bujari y Muslim.
Estas son señales de la fidelidad del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Varían sus campos y aspectos, cada tipo de persona tenía una parte de la fidelidad del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. ¡Hermano musulmán! ¿Tiene alguna parte de la virtud de tu Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam?