Nuestros hogares no son solo edificios para dormir y bañarse, sino que son los lugares para relajarnos y estar cómodos, para aliviar nuestras tensiones y descansar nuestras mentes agotadas. Hacer de nuestra casa un hogar es algo esencial. Al crear un ambiente tranquilo en nuestro lugar de residencia podemos crear un clima agradable no solo para nuestro propio interés y bienestar, sino también para el bienestar y la paz mental de nuestra familia. Nadie puede poner un precio a la comodidad del hogar, simplemente no existe otro lugar como este. La armonía en el hogar tiene buenos resultados tanto a corto como a largo plazo.
Piensa por un instante, regresa a los bellos recuerdos de tu niñez, los mejores momentos que tuviste de niña. Esos recuerdos están relacionados con tu hogar y tu familia. Todos queremos y debemos tener esos sentimientos tranquilizantes que calman nuestra mente cuando pensamos en ir a casa. Ese debe ser un lugar donde queremos estar… un lugar de amor, compasión y comodidad para todos.
Desafortunadamente, a veces el hogar puede ser un lugar que nuestros esposos o nosotras deseemos evitar si existe intranquilidad en nuestro matrimonio. Es muy importante que trabajemos duro en nuestras relaciones con nuestros esposos. El punto es que nadie quiere sentir aversión cuando piensa en su hogar, y vivir en un ambiente así es tóxico para la familia. Tanto para el esposo como para la esposa, el evitar las discusiones y aprender a comprometerse es esencial. La comunicación en el matrimonio y la familia es la clave y es la mejor forma de lograr un ambiente sano y feliz. Sin la combinación de compromiso y el respeto y la admiración mutuos, no puede existir armonía en el hogar. Al-lah nos creó para que nuestros esposos encontraran el sosiego cuando estamos con ellos. Dice Al-lah (los que se interpreta en español): {Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.} [Corán 30:21]
Muy a menudo es la esposa quien está en control del ambiente del hogar y es ella quien puede ayudar a establecer o romper la atmósfera de paz. Comprender que todos necesitan un tiempo para relajarse después de un largo día y que todos necesitan un tiempo de tranquilidad –incluyéndote a ti misma después de un día con los niños y a tu esposo luego de un largo día de trabajo– puede ayudar a evitar las confrontaciones en la noche. Si te has pasado todo el día entre gritos y pañales sucios de los niños, necesitas un espacio para ponerte cómoda y prepararte para pasar un tiempo con tu esposo. Del mismo modo, tu esposo necesita un tiempo de tranquilidad para poder cambiar la actitud que traía del trabajo, en lugar de recibirlo con quejas de quién hizo qué, cuándo y cómo. Si te encuentras a ti misma discutiendo frecuentemente con tu esposo cuando regresa a casa, trata de pasar 5 minutos aparte el uno del otro después de saludarse para darse algo de tiempo para despojarse de sus tensiones.
Sin embargo, no depende solo de la esposa el hacer de su casa un hogar. Todos y cada uno de los miembros de la familia tienen una parte de responsabilidad en crear un buena ambiente en el hogar… incluyendo a los niños. Debemos enseñar a nuestros hijos que el papá y la mamá necesitan un tiempo a solas y en tranquilidad en ciertos momentos del día. Esto es parte de la Sunnah y ayuda a mantener tu relación marital llena de dicha. Un matrimonio en armonía es uno de los principales elementos que hacen de tu casa un hogar. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! Que vuestros esclavos y vuestros hijos que todavía no han alcanzado la pubertad os pidan permiso [para ingresar a vuestras alcobas] antes de la oración del alba, a la siesta, cuando os quitáis la ropa [para descansar], y después de la oración de la noche, pues éstos son tres momentos de intimidad para vosotros. Fuera de ello, pueden frecuentaros sin pedir permiso, pues necesitan que os ocupéis de sus asuntos. Así es como Al-lah os aclara Sus preceptos; y Al-lah es Omnisciente, Sabio.} [Corán 24:58]