¿A dónde vas? ¿Cuándo regresarás? ¿Quién estará allí?
Todas estas preguntas deben sonar familiares para ti como mujer musulmana casada. Pero desafortunadamente, para muchas mujeres, incluso las recién convertidas al Islam, esas mismas preguntas pueden sonar como las de un show de televisión titulado “Esposos controladores y las esposas que los aman”.
Puede llevar años, y después de muchos argumentos, llegar a punto de reconocer la diferencia entre un esposo que está tratando de controlarte en cada movimiento y uno que está siendo protector y considerado. Son estos tipos de malentendidos que pueden tener un efecto devastador sobre un matrimonio. Estos se originan en los estereotipos no musulmanes de una mujer musulmana y causan caos entre un esposo y una esposa cuando se interpretan mal las preguntas o indagaciones. Al-lah, Exaltado sea, nos Dice en el Corán (lo que se interpreta en español): {…Ellas [las esposas] son vuestra protección y vosotros la suya…} [Corán 2:187]
El esposo y la esposa son un equipo, una sociedad que Al-lah, Exaltado sea, Ha creado. Pero en nuestra religión, Al-lah, Glorificado sea, Ha puesto a los hombres como nuestros protectores. Por lo tanto es responsabilidad de ellos hacer exactamente lo que es natural, es decir, protegernos. Sin embargo, esto no significa que como mujeres somos seres desamparados, sino, más bien, que reconocemos la naturaleza de la raza humana. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {…Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Al-lah ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Al-lah y a sus maridos, y cuidan en ausencia de ellos [su honor y sus bienes] encomendándose a Al-lah…} [Corán 4:34]
Si observamos esto desde un punto de vista práctico, podemos hacer la analogía de que un matrimonio islámico –o, para el caso, cualquier matrimonio exitoso– es similar a poner en marcha una compañía. En una compañía se tienen trabajadores, asistentes de gerencia y el gerente principal quien es el responsable de todas las operaciones. Cada nivel tiene cierto grado de responsabilidad y cada nivel tiene cierta cantidad de responsabilidad sobre otro.
En un matrimonio musulmán típico, el esposo es el gerente, la esposa es la asistente de gerencia y los hijos son los “trabajadores”.
En una compañía, una parte importante del trabajo del asistente de gerencia es mantener al gerente completamente informado de lo que está ocurriendo con los negocios todo el tiempo, para que así se mantengan funcionando y serán prósperos. Pero al final, es el gerente quien es absolutamente responsable de esa compañía. En última instancia, será el gerente quien sea recompensado o sufra las consecuencias de no hacer su trabajo, y no solo por su propio trabajo, sino que por todo el personal.
Este es el método sobre el cual todas las compañías exitosas manejan sus negocios y, de la misma manera, así es también cómo las parejas exitosas se mantienen felices en sus matrimonios, en todos los sistemas sociales, no solo en los matrimonios islámicos.
No debemos ser engañados o dejarnos persuadir con la idea de que los diferentes niveles de autoridad solo se dan en los hogares musulmanes. No importa dónde viva una persona o con quién se haya casado, el tema del control surgirá en algún punto en su matrimonio. En el Islam, sin embargo, el esposo musulmán está actuando de acuerdo con lo que ordena el Creador, Quien es Omnisapiente. El resto de las personas actúan simplemente por su rol natural instintivo que le ha sido otorgado por Al-lah. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.} [Corán 30:21]
Aunque puede costar un poco acostumbrarse, decirle a tu esposo a dónde estás yendo no es un asunto de control, es simplemente una cuestión de cortesía. Tu esposo debe preocuparse por lo que hacer y a dónde vas. Los esposo más amorosos lo hacen, y esto es natural en un matrimonio comprometido. Por ejemplo, si algo te pasara, que Al-lah no lo permita, ¿no te gustaría que alguien supieras dónde estabas y cuándo te esperan en casa?
Estar casada con un esposo que se preocupa por el tipo de compañías que tienes es otro tema delicado entre las parejas musulmanas. Es importante resaltar aquí que es su derecho preocuparse y existe una muy buena razón de por qué hacerlo.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos ha advertido específicamente en numerosos hadices que nuestra religión se asemejará mucho a la de aquellos con quienes nos asociamos. Por tanto, su tu esposo se preocupa por las personas con quienes tienes amistad, él tiene una preocupación válida.
No estamos pretendiendo decir que todos los esposos actúan igual al tratar a sus esposas, sino que queremos dar una guía a las hermanas que quieren comprender mejor los motivos y las razones detrás de las acciones de sus esposos.
Insha Al-lah, al poder comprender mejor la conducta de nuestros esposos podremos disfrutar de una relación más cercana como pareja.
Así que la próxima vez que tu esposo te pregunte dónde estás yendo, has Du’a por él y sé agradecida con Al-lah de que te haya bendecido con alguien que se preocupa por ti. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el Zakat y obedecen a Al-lah y a Su Mensajero. Al-lah tendrá misericordia de ellos; y Él es Al-lah, Poderoso, Sabio.} [Corán 9:71]