Siervos de Al-lah, la mayoría de los caminos están abiertos para el mal, por tanto debemos esforzarnos mucho para abrir las puertas del bien. Lo más fácil que las personas se vuelvan al pecado, por tanto lo mayor responsabilidad es hacer posibles los medios para lograr la virtud. Si observamos la lujuria y los deseos actualmente, nos asombraremos al ver las diferentes formas que se usan para provocarlos e instigarlos. Los ojos de los piadosos están siendo como cortados por las fotografías (obscenas) que aparecen por todos lados, mezclándose y conversando entre hombres y mujeres, mujeres que no se adhieren al Hiyab (el atuendo para las mujeres prescrito islámicamente) en presencia de sus parientes, en los hospitales, las oficinas, los viajes, etc.; son estas manifestaciones las que han intensificado el fuego de los deseos y han avivado su llama. Las personas preguntan a dónde irán y cuál es la cura luego de que sus deseos y pasiones han sido estimulados, mientras que los judíos y sus aliados continúan haciendo todos los esfuerzos para incrementar la intensidad de este fuego cada vez más. Al-lah quiere aceptar nuestro arrepentimiento, pero quienes siguen sus pasiones quieren llevarnos hacia una gran desviación, mientras que Al-lah quiere aliviar nuestras dificultades. La humanidad ha sido creada débil, esta debilidad hace que se rinda antes sus deseos y pasiones, lo cual lleva a la destrucción.
Todas las alabanzas son para Al-lah, Quien Ha hecho del Islam una religión perfecta y completa en todos los aspectos. Existen ciertas prácticas que actúan como métodos de prevención antes de que ocurra cualquier mal. Por ejemplo, el bajar nuestras miradas es un paso preventivo, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Diles a los creyentes [¡Oh, Muhammad!] que recaten sus miradas y se abstengan de cometer obscenidades [fornicación y adulterio], pues esto es más puro para ellos. Ciertamente Al-lah está bien informado de lo que hacen. Y diles a las creyentes que recaten sus miradas, se abstengan de cometer obscenidades…} [Corán 24:30-31]
Amados hermanos, ¿no creen que el esparcimiento de actos prohibidos exige que reevaluemos el tema del matrimonio y lo hagamos más fácil? La corrupción se está aproximando a nosotros en todas las direcciones, porque parece que lo que hemos hecho no ha sido suficiente, ya que los incrédulos nos atacan incluso desde el cielo (es decir, por medio de los satélites). Ellos han diseminado la maldad por todas partes, hasta el extremo de que los adolescentes están expuestos a las cosas prohibidas a través de los canales de cable donde incluso pueden ver pornografía: ellos ven mujeres desnudas o semidesnudas: ¿cuál será entonces la solución?
Debemos tomar serias medidas para facilitar los medios lícitos en este sentido. Abordemos el tema de la edad razonable y apropiada para casarse, por ejemplo. Existen muchos malos entendidos entre la gente respecto a este tema, lo cual ha resultado de la propaganda de Occidente a través de sus películas y artículos en revistas y periódicos. El Islam no prohíbe el matrimonio de una hija de corta edad, ni tampoco la permite que se la obligue a contraer matrimonio. Otra cosa que se debe resaltar es que no existe nada de malo en que la mujer sea mayor que el hombre con quien se vaya a casar.
¿Qué es lo que instruye el Islam? El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Cuando alguien con cuya religión y carácter estés satisfecho te pide la mano de tu hija en matrimonio, acepta la petición; si no lo haces, se esparcirá la corrupción y un gran mal sobre la tierra”. Esto es con respecto a la forma de escoger al hombre; sobre la forma de escoger a la mujer, él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Cásense con aquellas cuya religiosidad os complace, para que así prosperen”.De hecho, así de simple es como debe ser un matrimonio. No deben existir complicaciones debido a la edad, porque el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, se casó con Jadiyah, que Al-lah Esté complacido con ella, siendo ella quince años mayor que él; y se casó con ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, mucho más joven que él.
La compatibilidad e idoneidad religiosa es un asunto muy importante, porque un hombre pecador no es apropiado para una mujer piadosa, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {¿Acaso el creyente es igual que el pecador? Indudablemente no pueden equipararse.}[Corán 32:18] Por lo tanto, no es una muestra de sinceridad en que un tutor case a su hija o hermana virtuosa con un hombre inmoral, porque simplemente él no es adecuado, y también porque el Islam ha decretado un guardián (para una mujer) para la validez del contrato, por tanto él debe protegerla y buscar lo mejor para ella. ¿Por qué el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, no consideró la riqueza, el carro y la casa del hombre cuando estableció las condiciones para la aceptación de su propuesta de matrimonio? Es la responsabilidad del guardián investigar la situación del pretendiente de su hija, porque muchos divorcios resultan a causa de que al guardián nunca había averiguado acerca del hombre antes de la boda. Es verdad que quizás él pudo haber preguntado a los amigos o compañeros de trabajo del hombre, o a alguno de sus parientes, sobre él, pero naturalmente ellos no dirían nada sino cosas buenas acerca de él.
Muchos padres establecen la condición que la muchacha debe terminar sus estudios universitarios antes de contraer matrimonio, lo cual puede ocasionar que ella alcance una edad indeseable para los hombres que usualmente buscan casarse con mujeres jóvenes. Este es un mal hábito que la gente ha adoptado a causa de las películas y las tradiciones y costumbres inventadas, para lo cual Al-lah no ha dado permiso.
Algunas mujeres han retrasado su matrimonio por ciertas convicciones y permanecen solteras, lo cual tiene un efecto negativo tanto en hombres como mujeres. Debido al esparcimiento de la corrupción por todos lados hemos olvidado la norma de algunos sabios, que dicen que si una mujer sabe leer y escribir entonces está lista para casarse.
La situación actual no nos deja chance de retrasar, establecer demandas sin sentido o impedir el matrimonio. Allah Ha hecho que el contrato sea muy sencillo. El padre o el guardián de la muchacha dice: “Te entrego a mi hija tal y tal en matrimonio, de acuerdo con el Libro de Al-lah y la Sunnah del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam”; y pretendiente dice: “Yo acepto (eso)”, ante la presencia de dos testigos, y el contrato matrimonial ha sido efectuado. Este es un tema muy sencillo y directo en el Islam, pero la gente lo hace complicado fijando ciertas condiciones, las cuales, cuando son analizadas, vemos que se basan principalmente en las palabras de las personas y no en las de Al-lah y Su Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Estamos cansados de preocuparnos por lo que dirá la gente; solo queremos lo que Al-lah y Su Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, afirman. Necesitamos liberarnos de las presiones sociales para poder rescatar a nuestros jóvenes, tanto hombres como mujeres.
Cuando el Islam le da autoridad al guardián para dirigir el contrato, no significa que él pueda retrasar el matrimonio o negar que la muchacha se case con un hombre adecuado, porque eso está prohibido. El Islam considera que evitar el matrimonio sin que haya una razón islámicamente legítima es una gran opresión, tanto para la mujer como para el pretendiente.
Siervos de Al-lah, hemos observado cómo el Islam ha facilitado el matrimonio y los medios para hacerlo posible, y cómo ha evitado su postergación. Por tanto, debemos ser consecuentes con los objetivos que el Islam ha venido a cumplir…Debemos ver lo que Al-lah Quiere, cuáles son los objetivos para poder cumplirlos; si el objetivo es facilitar el matrimonio y sus medios, entonces debemos facilitarlos. Sin embargo, tratar de establecer obstáculos para el matrimonio va en contra de los objetivos islámicos, lo cual es un asunto muy serio.
Por otro lado, cuando se ha acordado una condición, esta debe ser cumplida, porque el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “De entre todas las condiciones que tienen que cumplir, la condición que hace lícito para ustedes el tener relaciones sexuales (es decir, el contrato matrimonial) tiene el mayor derecho de ser cumplida”. Así pues, si la estipulación está permitida, uno debe realizarla, especialmente si la ha aceptado. En cualquier caso, recomendamos no establecer condiciones que puedan más tarde dificultar la vida.
El hombre que pide la mano de alguien en matrimonio debe instruirse acerca de la boda de antemano y saber sus reglas; así, él estará preparado cuando ésta se aproxime. Muchos hombres jóvenes van a ver a la mujer con una sola cosa en mente: cuán bella es. Él espera que ella se parezca a alguien que haya visto en la portada de alguna revista, por ejemplo. Este es el resultado de no bajar nuestras miradas; el mirar las cosas prohibidas definitivamente afecta a las personas y cambia su forma de pensar.
La clave de todo esto es estar satisfecho con lo que Al-lah Ha decretado para nosotros; indudablemente, todo tiene una solución en el Islam, pero esto requiere de conocimiento, sabiduría y lucha en contra de los malos hábitos y costumbres de las personas. Esto implica que nosotros establecemos un ejemplo práctico para otros a aplicar el criterio islámico (para el matrimonio) y al abordar el tema con sabiduría y razonamiento, al buscar el esposo más adecuado y el que esté más lejos de causar problemas.
Nadie debe negarse a contraer matrimonio con una mujer que posee tanto belleza como religiosidad; de hecho, aumenta el deseo de las personas de casarse con alguien así. Más aún, si ella posee belleza y riqueza, además de su devoción al Islam, se hace aún más deseable, pero el principal criterio debe ser su compromiso con la fe.