El tiempo… el tiempo es la vida… la vida… la vida consiste en una serie de instantes que se viven uno tras otro. Cada hora transcurrida, nos acerca más a la muerte. Pese a la importancia que tiene el tiempo y a que es un deber del ser humano cuidarlo, vemos que este con facilidad lo desperdicia.
Es paradójico, para que no nos roben nuestro dinero tomamos todas las medidas necesarias, sin embargo cuando se trata del tiempo no nos importa que nos lo roben, es más vemos como bueno a aquel que nos lo hace perder. El dinero se puede recuperar si se pierde, pero el tiempo no. El Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, nos informa en el siguiente Hadiz que el verdadero engañado y perdedor es quien descuidó su tiempo: “Hay dos gracias de Al-lah que mucha gente desperdicia: la salud y el tiempo libre” (Al Bujari)
Hay temporadas a lo largo del año en el que el valor del tiempo y su importancia se acrecientan, el mes de Ramadán es una de ellas, pues en él la recompensa por todas las obras de obediencia y bien se duplica. Si una persona normalmente aprovecha su tiempo, en este bendito mes debe procurar sacar mayor provecho de lo acostumbrado.
Entrando en el tema propiamente, vemos lastimosamente, que muchas de nuestras hermanas no utilizan su tiempo de la mejor manera en Ramadán. Durante el día, si no trabajan, la pasan durmiendo y preocupadas únicamente por qué cocinar, por la novela, por comprar cosas, que a veces ni necesitan; y por la noche en largas veladas sin beneficio propio. Pasa año tras año y muchas continúan con su negligencia. Es obligación de cada musulmana y musulmán reflexionar sobre sus acciones, tener seriedad y firmeza para mejorar y dejar la negligencia en este bendito mes, y aprovechar cada instante buscando la complacencia y cercanía de Al-lah.
Recuerda, los días y las noches de Ramadán son muy cortos, sus horas pasan rápidamente.
Hay otras que saben del valor y la importancia de aprovechar el tiempo en Ramadán, desafortunadamente no llevan su conocimiento a la práctica. Personas así deben superar la barrera de la teoría y aplicar ese saber para sacar el mayor provecho de esta temporada.
A continuación, te ofrecemos, hermana en el Islam, algunos consejos que te pueden ayudar para que saques el mayor provecho de este sagrado mes:
· Se debe establecer metas y objetivos claros, hacer una lista de lo que se quiere hacer con su tiempo y hora especifica, formular un horario para los tiempos de sueño, hora de levantarse, trabajo y descanso. El no establecer metas y objetivos claros impide el aprovechamiento del tiempo.
· Se debe determinar prioridades en cuanto a lo que se quiere hacer, qué se puede posponer y qué no; esto con el fin de que te ocupes de lo que realmente es importante. Los sabios nos enseñan que una de las formas como el demonio hace que perdamos nuestro tiempo es ocupándonos con cosas sin importancia y dejando de lado las que si son importantes en realidad.
· Se debe determinar qué cosas son las que nos hacen perder el tiempo para dejarlas, como por ejemplo: hablar demasiado, salir y hacer visita sin necesidad, exagerar viendo televisión. Es importante que tanto tú como los demás se habitúen a un horario, hasta para las visitas, si queremos visitar a alguien debemos avisarle por teléfono, e igual si alguien quiere visitarnos, esto con el fin de no interrumpir ni ser interrumpidos en nuestro programa diario.
· Se debe hacer una estimación del tiempo real para cada cosa, porque a veces algunos tienden a medir el tiempo con un entusiasmo e idealismo excesivo, lo que provoca que a la final mucho de lo planeado no se logre. El no ser reales en la estimación del tiempo no solo provoca su pérdida sino también frustración.
En algunas de las tareas planeadas se pueden mezclar una o más buenas acciones, por ejemplo: al cocinar se puede, al mismo tiempo, hacer Dhikr, escuchar lecciones islámicas o recitaciones del Corán. Lo contrario sucede con la oración, la lectura o repaso del Corán, porque para esto se necesita plena concentración.
De las obras de bien que debes esforzarte por realizar en este mes, tenemos: observar las oraciones al principio de su tiempo prescrito, de ser posible leer el Corán enteramente por lo menos una vez, rezar At-Tarawih y la oración voluntaria de la madrugada (Tahayyud) dar limosna e invitar a desayunar a los ayunantes.
No dejes lo que puedes hacer en el momento para más tarde, de lo contrario te encontrarás con tantas cosas por hacer, que a la final no harás ninguna. Una vez le dijeron a ‘Umar ibn ‘Abdul ‘Aziz, que Al-lah le dé Su perdón, cuando lo vieron cansado: “deja lo que estás haciendo para más tarde”; él respondió: “Si me cansa el trabajo de hoy y lo dejo para mañana será peor, porque tendré que hacer dos cosas en vez de una”.
Encomiéndate a Al-lah y no te desanimes, busca la compañía de personas que saben aprovechar el tiempo. Recuerda que si uno no usa el tiempo en cosas beneficiosas lo hará en otras perjudiciales.
Aprovecha tu tiempo y esfuérzate por realizar todo lo que te beneficie tanto en esta vida como en la Otra, en especial en Ramadán; si no lo haces ahora tu oportunidad pasará y ya no podrás recuperarla jamás.