Amar a Al-lah y a Su Mensajero es el mayor de los objetivos que todo musulmán busca alcanzar con cada una de las acciones que realizar en todo su día. Para ello, está dispuesto a sacrificar todo lo que sea necesario en esta vida. No ha de ser para menos si se tiene en cuenta que este punto es la cuerda de la que se aferra el musulmán para sostener su creencia y es el medio más eficaz para reconocer al verdadero creyente, su relación con Al-lah y Su Profeta, su cercanía o lejanía de Él, y su fuerza y debilidad.
Sin lugar a duda, el camino que conduce a que la persona logre este amor, es la obediencia a Al-lah y Su Profeta; dijo Al-lah, Glorificado y Exaltado sea (lo que se interpreta en español): {Di: Si verdaderamente amáis a Al-lah ¡Seguidme! Y Al-lah os amará} [Corán 3:31]; y (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! Temed a Al-lah y buscad acercaros a Él} [Corán 5:35].
En el Sahih (recopilación de hadices auténticos) encontramos un relato en el que se menciona que el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, se encontraba con varios de sus Sahabah, que Al-lah esté complacido con todos ellos, entre los que se contaba Omar. Entonces Omar, que Al-lah esté complacido con él le dijo: “Mensajero de Al-lah, tú eres más amado para mí que cualquier otra cosa, con excepción de mí mismo”. El Enviado de Al-lah le dijo: “No, te juro por Aquel en cuyas Manos está mi ser, que no seré lo que más amas hasta que no me ames más que a tu propio ser” . Omar le dijo: “Ahora tú eres lo que más amo, más que a mi propio ser”. Entonces el Profeta Muhammad le dijo: “Entonces ahora sí que soy lo que más amas” [Bujari]. También encontramos en el Sahih el relato en el que el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Por Aquel en cuyas Manos está mi ser, no será un creyente verdadero sino aquel que me ame más que a su propio padre e hijo” [Bujari].
En este sentido, en el Corán se encuentra lo que dijo Al-lah (lo que se interpreta en español): {Diles [¡Oh, Muhammad!]: Si vuestros padres, hijos, hermanos, esposas y familiares, los bienes que hayáis adquirido, los negocios que temáis perder y las propiedades que poseáis y os agraden son más amados para vosotros que Al-lah, Su Mensajero y la lucha por Su causa, pues entonces esperad que os sobrevenga el castigo de Al-lah; y sabed que Al-lah no guía a los corruptos} [Corán 9:24]. Se dijo que la razón por la cual fue revelada la aleya anterior es que cuando se reveló el verso que le antecede: {¡Oh, creyentes! No sigáis a vuestros padres y hermanos si estos prefieren la incredulidad en vez de la fe; quienes de vosotros lo hagan serán inicuos} [Corán 9:23], el cual es un llamado a los creyentes a que dejen todo por Al-lah, luego de que se les recordó en las aleyas pasadas la gran virtud de quienes emigraron y dieron todo por la causa de Al-lah. Los recién convertidos al Islam, quienes no habían emigrado, dijeron: “Si emigramos, vamos a perder nuestros bienes y nuestro comercio, nuestras casas se van a destruir y vamos a perder a nuestras familias, pues vamos a romper los lazos familiares”. Así que se reveló el verso en cuestión.
Al Wahidi, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, mencionó como causa de la revelación de la aleya 9:24, que cuando el Enviado de Al-lah ordenó que se emigrara hacia Mediana, los hombres les dijeron a sus padres, hermanos y mujeres: “Se nos ordenó que emigremos”. Algunos de ellos respondieron a este mandato inmediatamente, mientras que otros se demoraron en hacerlo, pues estaban muy apegados a sus mujeres, hijos y familiares, y le pidieron al Profeta que los dejara quedarse, pues era difícil para ellos dejar a sus familias, así que fue revelado el verso (que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! No sigáis a vuestros padres y hermanos si éstos prefieren la incredulidad en vez de la fe; quienes de vosotros lo hagan serán inicuos} [Corán 9:23]; y para aquellos que se negaron y se quedaron en la Meca se reveló el otro (que se interpreta en español): {Diles [¡oh, Muhammad!]: Si vuestros padres, hijos, hermanos, esposas y familiares, los bienes que hayáis adquirido (…)} [Corán 9:24].
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Ver también:
Amar a Al-lah y a Su Mensajero es la base de la creencia – II