En los tiempos actuales, la mayoría de las personas tienden a ser descuidadas cuando se trata de evitar los daños que puede causar la lengua y que están muy extendidos en la sociedad. Los siguientes son algunos de los daños más comunes:
• Hablar de lo que no te concierne: Esta es una costumbre común, aunque el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: "Una señal de la buena práctica del Islam de una persona es alejarse de lo que no le concierne". El Profeta también dijo: "Las personas con más pecados, son las que más frecuentemente se complacen en conversaciones que no les conciernen".
Para establecer los límites de lo que no nos concierne debemos hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Causaré algún daño si permanezco en silencio?
- ¿Se trata de un asunto que me concierne?
- ¿Se trata de alguna información que es vital para mi bienestar y que necesito?
Los asuntos que le conciernen a una persona son aquellos que se relacionan directamente con su vida, o cosas que evitarían que un daño le afecte.
La razón de la prevalencia de estas prácticas es que cuando una persona está ansiosa por saber algo que no es de su incumbencia, prolongar la conversación es una forma de fortalecer las relaciones sociales con el interlocutor, o de pasar el tiempo ocupándose en conversaciones inútiles.
La forma de curar este problema es recordar que la muerte puede llegar en cualquier momento y que en la otra vida seremos preguntados por nuestras palabras. El tiempo es nuestro capital en esta vida, y el silencio es una forma de ganar la alegría eterna y la compañía de los piadosos en el Paraíso. Debemos aprender a guardar silencia para evitar en lo posible la charla y el chismorreo ociosos.
• Complacerse en la falsedad: Esto incluye hablar de las mujeres, participar de reuniones donde hay bebidas alcohólicas, y transmitir y difundir innovaciones en la religión. Todo esto está prohibido, ya que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: "Un hombre puede pronunciar una palabra que agrade a Al-lah y que cause el placer de Al-lah sobre él hasta el Día de la Resurrección. Un hombre puede pronunciar una palabra que desagrade a Al-lah y que cause la ira de Al-lah sobre él hasta el Día de la Resurrección" (Ahmad).
• Discutir y argumentar, lo cual ha sido prohibido por Al-lah: Al-lah, el Todopoderoso, dice: {Hay un tipo de gente que cuando te habla sobre temas mundanos te causa admiración por su elocuencia, y pone como testigo a Dios de la fe que encierra su corazón, cuando en realidad es un enemigo acérrimo y hábil discutidor. Pero cuando se alejan [de ti] van por la Tierra corrompiéndola, destruyendo [todos los frutos del trabajo humano, como] las siembras y los ganados, pero [sepan] que Dios no ama la corrupción} [Corán 2: 204-205].
El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: "La persona más odiada por Al-lah es la que siempre discute y comienza la enemistad" (Al Bujari). Un musulmán debe cuidar su lengua para no decir lo que intimida a otros o los hace enojar, y recordar el dicho del Profeta: "Garantizaré una casa en Yannah (Paraíso) para el que termine una discusión aunque tenga la razón" (Abu Dawud).
• Maldición y maledicencia: El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: "Un musulmán no habla mal, no maldice ni es rencoroso" (Ahmad, At-Tirmidhi). También dijo: "Insultar a un musulmán es un acto de indignación (depravación moral), y luchar contra él es un acto de incredulidad (Kufr)" (Al Bujari y Muslim). Desafortunadamente, esto es común entre la gente hoy en día, especialmente entre los jóvenes. Es obligatorio para un musulmán purificar su lengua de palabras inmorales.
• Presumir elocuencia: Esto es detestable y conduce a la vanagloria. El Profeta dijo: "Los más despreciados y los más alejados en el Día de la Resurrección son los que tienen los peores modales, los charlatanes, los jactanciosos y los arrogantes" (At-Tirmidhi).
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Cualidades de Muhammad