Salam.
Mi cuñada es mandona por naturaleza, le gusta meterse en asuntos que no le incumben. Trató de tener amistad conmigo, pero debido a su forma de ser, no la acepté. Por eso, trató de destruir la relación entre mi esposo y yo. Se peleó conmigo y con mi esposo en público, y nos reprochó por teléfono. Ahora, no me siento cómoda al verla, ni al encontrarme con ella. Pero mi suegra, mi cuñada menor y a veces mi esposo, quieren que yo la visite, pero yo ni siquiera deseo que la vea mi esposo, ya que nuestra vida se volvió tranquila desde que dejamos de hablar y encontrarnos con ella.¿Qué debo hacer? No quiero sacrificar mi relación con mi esposo, ni la felicidad de mi hogar por ella. Pronto tendré mi primer niño. Espero su consejo.
Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallaahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
Si su cuñada es como usted mencionó, y trató de destruir la relación entre usted y su esposo, ella ha cometido un pecado. Le recomendamos tener paciencia con ella, especialmente si existe una relación de parentesco entre ambas, ya que la paciencia contiene mucho bien y buenas consecuencias; esto es por un lado. Por otro lado, hay que buscar los motivos por los cuales ella los trató así, porque quizás usted o su esposo hicieron algo que la llevó a comportarse de esa manera.
De todos modos, es mejor reconciliarse si se puede, ya que ella es la hermana de su esposo, y será la tía paterna de su niño. Pedimos a Al-lah, Enaltecido Sea, que le facilite el parto.
Si no es posible reconciliarse y usted ve que lo mejor es dejar de visitarla, no incurrirá en falta al hacerlo, si Al-lah Quiere. Pero no le está permitido impedir a su esposo mantener la relación con su hermana.
Y Al-lah Sabe mejor.
Puede buscar una Fatwa según las siguientes opciones: