En los libros de los Imames Al Bujari y Muslim, que Al-lah les Dé Su perdón, se narra que le preguntaron a Sahl Ibn Sa’ad, que Al-lah Esté complacido con él, cómo las heridas del Profeta, sallallahu ‘alayhi sallam, en la batalla de Uhud fueron tratadas. Sahl, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “El rostro del Profeta, sallallahu ‘alayhi sallam, fue herido, su diente estaba quebrado y el casco que usaba fue roto en su cabeza. Fátima, que Al-lah Esté complacido con ella, la hija del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi sallam, estaba lavando la sangre mientras que ‘Ali, que Al-lah Esté complacido con él, vertía agua en sus manos con su escudo. Cuando Fátima se dio cuenta que no se detenía el sangrado, tomó una estera quemada (de hojas de palma) y puso las cenizas en la herida del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi sallam, y el sangrado se detuvo”.
Las cenizas de hojas de palmera son muy efectivas para detener el sangrado, porque es un fuerte elemento secante y porque causa menos efecto de ardor (en la piel expuesta). Otros remedios secantes producen ardor en la piel y hacen que la sangre se irrite y el sangrado se intensifique. Además, cuando las cenizas de las hojas de palmera son aplicadas solas o mezcladas con vinagre en la nariz cuando está sangrando, detiene el sangrado.
El autor de Al Qanun, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “Al Bardi (el papiro) es efectivo para detener el sangrado y para cubrir la carne expuesta cuando se coloca sobre una herida. En el antiguo Egipto, el papel era hecho de Bardi, que tenía una consistencia seca y fría. La ceniza de Bardi es efectiva en el tratamiento del hongo y la infección oral, la hemoptisis (escupir sangre) y también evita que las infecciones malignas se esparzan”.
La guía del Profeta, sallallahu ‘alayhi sallam, en el uso de la miel, la incisión y la cauterización como remedios
El Profeta, sallallahu ‘alayhi sallam, dijo: “Existe cura en tres cosas: beber miel, hacer una incisión vertical con un cuchillo y la cauterización con fuego. Prohíbo a mi nación cauterizar con fuego”. [Bujari]
Abu ‘Abdullah Al Maziri djo que las condiciones pletóricas (sustancias excesivas en el cuerpo) son sanguíneo, flemático, colérico o melancólico. La cura de la plétora sanguínea implica la extracción de sangre. Si la plétora es de los otros tres tipos, su curación consiste en el ablandamiento de las deposiciones según lo ordenado para cada enfermedad. El Profeta, sallallahu ‘alayhi sallam, indicó que la miel puede ser usada como laxante y que la incisión es usada para extraer sangre (infectada). Algunas personas dicen que cuando la incisión con un cuclillo no funciona, el último recurso es la cauterización con fuego. El Profeta, sallallahu ‘alayhi sallam, mencionó la cauterización como el último recurso cuando el cuerpo tiene una fuerte resistencia contra la medicina, haciéndola ineficaz.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi sallam, dijo: “Prohíbo a mi nación la cauterización con fuego”; y en otra narración encontramos: “No me gusta ser cauterizado con fuego”.
La cauterización con fuego debe ser el último recurso y solo debe ser utilizado bajo autorización. El fuego no debe ser la primera elección debido al intenso dolor que causa.
Algunos doctores dicen que las enfermedades relacionadas con el temperamento pueden ser materiales o inmateriales. Los tipos materiales pueden ser frío, caliente, mojado o seco o una combinación de estas condiciones. Las cuatro condiciones se afectan mutuamente. Cuando uno de los temperamentos es más fuerte que los otros, usualmente está acompañado por otro. Cada tipo de temperamentos en el cuerpo tiene dos partes, una activa y otra afectada o pasiva.
Las enfermedades relacionadas con los temperamentos usualmente son causadas por una condición, ya sea de calor o de frialdad. Si la enfermedad era caliente, la cura implicaba la extracción de sangre mediante un corte o un pinchazo en las venas, ambos ayudan a extraer la materia infectada, refrescando el temperamento. Si la enfermedad era fría, se la trataba con calor, como por medio del consumo de miel. Si también se necesita extraer el material frío que causó la enfermedad, la miel igual ayuda porque hace que las diferentes sustancias maduren; además de su cualidad de limpiar, suavizar, calmar y purificar los órganos afectados. En este caso, el material infeccioso será extraído suavemente mientras que se evita al cuerpo la molestia de usar laxantes fuertes.
Las enfermedades físicas pueden ser agudas (las que no necesitan cauterización porque pronto serán neutralizadas) o crónicas (para las cuales la cauterización de los órganos apropiados es el mejor remedio después de extraer las sustancias sépticas). Las enfermedades crónicas usualmente resultan de densas y frías sustancias sépticas residentes en el órgano afectado, debilitándolo, dañando su estructura y, por tanto, inflamando las partes del cuerpo que están directamente conectadas con ese órgano. Por lo tanto, la cauterización debe ser usada para disipar y extraer las sustancias sépticas del órgano afectado con fuego.
La narración explica los tratamientos para los diferentes tipos de enfermedades físicas, así como el método de tratamiento para las enfermedades simples (acompañadas con fiebre): “El calor de la fiebre es un respiro del fuego del Infierno: enfríenlo con agua”.