El tiempo de la salida de Al Muhayirun, la salida secreta y la llegada a Abisinia:
Los Compañeros del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, salieron de la Meca en Rayab en el quinto año de su misión. Eran diez hombres y cuatro o cinco mujeres. Quraish intentaron alcanzarles para hacerles regresar a la Meca, así que les siguieron hasta llegar al mar, pero encontraron que los musulmanes ya navegaban hacia Abisinia.
Cuando contemplamos Al Fiqh de las narraciones, nos damos cuenta que Al Muhayirun se comportaron con reserva y discreción. Fue narrado por Al Waqidi, que Al-lah le dé Su perdón, que dijo: "Ellos salieron secretamente". At-Tabari, que Al-lah le dé Su perdón, dijo lo mismo. Entre quienes mencionaron la reserva en la emigración, está Ibn Saied An-Nas, Ibn Al Qaim y Az-Zurqani, que Al-lah les dé Su perdón. Cuando los musulmanes llegaron a Abisinia, An-Nayashi, que Al-lah esté complacido con él, les trató bien. Además, encontraron una tranquilidad y seguridad que no encontraron en su tierra y entre su gente.
Quien contempla los nombres de los Compañeros emigrantes, no encuentra a ninguno de los esclavos que fueron atacados y torturados por parte de Quraish como Bilal, Jabbab y ‘Ammar, que Al-lah esté complacido con ellos. Sino que la mayoría de ellos era de gran linaje y ocupaba una importante posición en Quraish , y representaban a varias tribus. Es verdad que la persecución alcanzó tanto a las personas de gran linaje como a las otras, sin embargo este daño era más severo contra los esclavos porque la sociedad de La Meca hacía caso a la tribu y el linaje. Por consiguiente, si el motivo principal de la emigración era solamente la persecución y la tortura, entonces los esclavos torturados eran quienes merecían más emigrar. Lo que apoya esta opinión es que Ibn Is-haq y otros, que Al-lah les dé Su perdón, mencionaron la enemistad de los incrédulos contra los débiles, y no mencionaron su emigración a Abisinia.
El investigador llega a otra verdad, o sea, que hay otros motivos, aparte de la persecución que llevaron a los musulmanes a emigrar, ya que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, escogió para la emigración a personas especiales de entre sus Sahabah que representaban a ciertas tribus. Esto debido a que en caso que los Quraish pudiesen convencer a los abisinios de entregarles a los emigrantes, la filiación tribal protegería a los emigrados de sus compatriotas, al mismo tiempo que la noticia del la emigración de diferentes miembros de las tribus sería una vergüenza para los Quraish ya que infundiría la idea que La Meca no toleraba a sus habitantes y que estos tenían que abandonarla en búsqueda de más tolerancia. Otro objetivo fue el difundir el Islam fuera de las fronteras de la Meca y hasta de la península arábiga, donde tal ves los corazones y las mentes estarían más abiertos al mensaje del Islam.
Tres meses después de la emigración de estos musulmanes, se dieron importantes acontecimientos que afectaron la vida de los musulmanes en La Meca. Tales circunstancias dieron a los musulmanes la esperanza de poder difundir Ad-Da‘wah en la Meca. En aquel periodo Hamzah ibn Abdul-Muttalib, tío del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, abrazó el Islam como una forma de solidaridad para con su sobrino. Luego Al-lah, Glorificado Sea, Abrió su corazón para aceptar el Islam, y así se mantuvo firme en ello. Hamzah era el más fuerte de los hombres de Quraish . Cuando abrazó el Islam, los Quraish se dieron cuenta que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, había conseguido quien lo protegería incondicionalmente. Consecuentemente desistieron parcialmente en sus esfuerzos por lastimarlo.
Después de la conversión de Hamzah, que Al-lah esté complacido con él, al Islam, ‘Umar ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, cuya fuerza era singular, lo abrazó también. Cuando éste entró en el Islam, los Compañeros del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, pidieron su protección y la de Hamzah hasta vencer a Quraish .
La conversión al Islam de estos dos grandes hombres se realizó después de la emigración de los musulmanes a Abisinia; por tanto, su conversión era un poder para los musulmanes, un límite para el accionar de los incrédulos y una estimulo para los Compañeros del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, para declarar su creencia abiertamente.
Ibn Mas‘ud, que Al-lah esté complacido con él, dijo: "La conversión de ‘Umar al Islam fue una conquista, su emigración fue una victoria y su califato fue una misericordia. No podíamos rezar ante Al Ka‘bah hasta que ‘Umar abrazó el Islam. Cuando éste abrazó el Islam, luchó contra Quraish hasta que rezamos ante Al Ka‘bah y nosotros junto con él."
Además, fue narrado bajo la autoridad de Ibn ‘Umar, que Al-lah esté complacido con él, que dijo: "Cuando ‘Umar abrazó el Islam, dijo: ¿Quién entre los Quraish puede transmitir la noticia más rápido? Se le respondió: Yamil ibn Ma‘mar Al Yumahi. Así que fue a él. ‘Abdul-lah dijo: Le seguí para ver qué hacía. Luego ‘Umar le encontró y le dijo: ¡Yamil! ¿No sabes que he abrazado el Islam, la religión de Muhammad? Dijo: Por Al-lah, no le refutó nada sino que cargó su capa y se fue. ‘Umar le siguió y yo seguí a mi padre hasta que llegó a la puerta de la mezquita y gritó con voz alta: ¡Oh gente de Quraish ! – mientras estaban reunidos alrededor de Al Ka‘bah – Ibn Al Jattab apostató. Dijo: ‘Umar dijo detrás de él: Tú eres un mentiroso, pues yo abracé el Islam y di testimonio de que no hay otro Dios sino Al-lah, y que Muhammad es Su siervo y Mensajero. Entonces se abalanzaron sobre él, y estuvieron peleando hasta que el sol estaba en su punto más alto sobre sus cabezas. ‘Umar se sintió cansado y se sentó, mientras ellos seguían de pie ante él, y les dijo: Haced lo que queráis, pues juro por Al-lah que si fuésemos trescientos, os habríamos combatido hasta haceros salir de la Meca o vosotros a nosotros.
“Así, los musulmanes llegaron a estar en una situación diferente de la que tenían antes de emigrar a Abisinia, pues lograron la protección de Hamzah y ‘Umar, que Al-lah esté complacido con ellos. Además; pudieron rezar ante Al Ka‘bah mientras que anteriormente no podían hacerlo. Salieron de la casa de Al Arqam ibn Abi Al Arqam sin ocultarse hasta que entraron en la mezquita. Asimismo, los Quraish dejaron de torturarles brutalmente como solían hacer anteriormente. De este modo, la situación cambió para los musulmanes, y las circunstancias en las que vivían antes de la emigración mejoraron. Es más que seguro que estas noticias llegaron a los emigrados en Abisinia vía barcos mercantes que pasaban por Jeddah.
Estas noticias llenaron de alegría y esperanza a los emigrados. El amor por la tierra natal, algo parte de la naturaleza innata que Al-lah, Glorificado Sea, Ha Puesto en las criaturas, y la nostalgia por sus parientes hicieron que decidieran regresar a La Meca.
Al Muhayirun regresaron a la Meca cuando se enteraron de la conversión de Hamzah y ‘Umar al Islam, creyendo que esto iba a consolidar el poder de los musulmanes.
Sin embargo, Quraish enfrentó la conversión de Hamzah y ‘Umar al Islam con nuevas medidas entre las que se destacaron la astucia y el ardid, por una parte, y por otra, la crueldad y la violencia. Así pues, intensificaron su campaña de intimidación y amedrentamiento contra el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y sus Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, recurriendo nuevamente al boicot económico. Ya he hablado acerca de este cruel boicot que llevó a los musulmanes a regresar a Abisinia otra vez, seguidos por un gran número de personas quienes no habían emigrado antes.
La primera emigración a Abisinia (parte 1)