1- La corrupción: ellos mantenían su estado de rebeldía con acciones abiertamente corruptas. Por ende, Al-lah, Glorificado y Alabado Sea, los Maldijo y Registró Su maldición sobre ellos en su Libro Noble (el Corán); Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Fueron maldecidos quienes no creyeron de entre los Hijos de Israel por boca de Dawud (David) y de ‘Isa ibn Maryam (Jesús hijo de María). Esto fue porque desobedecieron y fueron transgresores. No se censuraban unos a otros los pecados que cometían. ¡Qué malo es lo que hacían!} [Corán 5:78-79].
2- No se beneficiaban del conocimiento: Al-lah nos Informó sobre esto y nos Presentó esta imagen con mucha precisión. Al-lah, Glorificado Sea, Dice (lo que se interpreta así en español): {Aquellos a quienes les fue confiado la Torá pero no la pusieron en práctica se asemejan al asno que lleva una gran carga de libros. ¡Qué pésimo es el ejemplo de aquellos que desmienten los Signos de Al-lah! Ciertamente Al-lah no Guía a los inicuos.} [Corán 62:5].
3- El rencor y el odio: de las cualidades de los judíos de Medina en la profundidad de sus almas estaba el odiar cualquier cosa que no es judía, sea lo que sea su género o su fuente, sobre todo, si tiene que ver con el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, como lo que pasó en la cuestión de Al Qiblah y la prohibición de beber vino. Fue narrado bajo la autoridad de ‘Abul-lah ibn Mas‘ud, que Al-lah esté complacido con él, que cuando descendió la aleya de la prohibición del vino; los judíos dijeron: ¿no lo bebían sus hermanos muertos? [Al Hakim: Al Mustarak]. por eso, Al-lah Reveló la aleya en la que Dice (lo que se interpreta así en español): {Quienes crean y obren rectamente no serán reprochados por lo que hayan disfrutado [anteriormente de lo ilícito].} [Corán 5:93]. entonces el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Se me dijo: eres de ellos”.
4- La envidia: los judíos envidiaban al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, por llevar el mensaje, ya que pensaban que el mensajero que se enviaría, sería uno de ellos. Tenían planeado reunirse alrededor de él y combatir juntos a sus enemigos. Sin embargo, cuando el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, surgió de entre otra gente, se volvieron locos de ira y por consiguiente lo consideraron su enemigo acérrimo. Además, envidiaron a sus Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, por lo que tuvieron de la fe y la gracia de la guía a la cual Al-lah les Abrió el corazón. Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Muchos de la Gente del Libro quisieran que renegaseis de vuestra fe y volvieseis a ser incrédulos por envidia hacia vosotros, después de habérseles evidenciado la Verdad. Pero perdonadlos y disculpadlos hasta que Al-lah Decida sobre ellos. En verdad, Al-lah Tiene poder sobre todas las cosas.} [Corán 2:109].
5- La arrogancia y el orgullo: los judíos de Medina se caracterizaban por la arrogancia y el orgullo desde tiempos muy antiguos, ya que se creían superiores a la gente común y mejores que ella. Pretendían que son el pueblo elegido por Al-lah, creyendo que el Paraíso es para los judíos y que el camino del judaísmo es el camino de la guía y cualquier otro camino es una ilusión. Al-lah, Glorificado y Alabado Sea, Informó en Su Libro sobre esta reprochable cualidad que tenían. Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Y dicen [la Gente del Libro]: Sólo entrará al Paraíso quien sea judío o cristiano. Esos son sus deseos. Diles: Traed vuestro fundamento, si es que decís la verdad.} [Corán 2:111]. Además, alimentaban este orgullo y arrogancia respecto al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, por todos los medios; por ejemplo: lo que fue narrado bajo la autoridad de Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con él, dijo: Nu‘man ibn Ada’, Bahri ibn ‘Amr y Sha’s ibn ‘Adi se fueron al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y hablaron con él y el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les llamó hacia el camino de Al-lah, advirtiéndoles de no caer en desgracia. Ellos le dijeron: no tenemos miedo, Muhammad, ya que somos los hijos de Al-lah y sus amados. Por eso, Al-lah, el Altísimo, Reveló la aleya en la que Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Los judíos y los cristianos dicen: Somos los Hijos de Al-lah y Sus Amados. Di: ¿Por qué, entonces, os Castiga por vuestros pecados? No sois sino como el resto de la humanidad que Él Ha creado. Perdona a quien Él Quiere y Castiga a quien Él Quiere. De Al-lah Es el reino de los cielos y la Tierra, y todo lo que existe entre ellos, y ante Él compareceremos.} [Corán 5:18].
6- La tacañería: escatimar el dinero y la renuencia a gastarlo en buenas causas eran de las cualidades de los judíos de Medina. Decían a algunos hombres de Al Ansar, que Al-lah esté complacido con ellos: no gastéis vuestro dinero ya que tememos que os afecte la pobreza y no os aceleréis en los gastos ya que no sabéis lo que pasará. Por eso Al-lah Descendió sobre ellos la aleya en la que Dice (lo que se interpreta así en español): {Tampoco ama a los avaros, quienes incitan a otros a la avaricia, y a los que ocultan el Favor que Al-lah les Ha dispensado. Hemos preparado para los incrédulos un castigo humillante.} [Corán 4:37]. Es decir, ocultan de la Torá lo que acredita el mensaje de Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {¿A qué se debe que no creen en Al-lah y en el Día del Juicio y no dan caridades de aquello que Al-lah les Ha agraciado? Al-lah les Conoce bien.} [Corán 4:37].
7- La obstinaciόn: A pesar de la existencia de pruebas y argumentos que confirman la veracidad de la profecía y el mensaje de Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, los judíos no tuvieron fe por su obstinación, hundiéndose en Al Kufur (la incredulidad) y negando la verdad, ya que la obstinación cierra completamente las mentes para seguir los deseos y caprichos. Al-lah, Glorificado y Alabado Sea, Describió esta cualidad y Dice (lo que se interpreta así en español): {Y aunque te presentes ante la Gente del Libro con todas las evidencias, no seguirán tu Qiblah ni tú seguirás la de ellos, ni seguirán los unos la Qiblah de los otros; y si siguieras sus deseos luego de lo que se te ha revelado te contarías entre los inicuos.} [Corán 2:145]. Sí, si les presenta Muhammad, sallallahy 'alayhi wa sallam, mil pruebas no estarán convencidos, ni cambiarán sus creencias. Al-lah, Dice (lo que se interpreta así en español): {Diles: Reflexionad en todo cuanto hay en los cielos y en la Tierra; pero [sabe ¡Oh, Muhammad!] que para quienes Al-lah Decretó la incredulidad no se beneficiarán de los signos ni de los Mensajeros.} [Corán 10:101].
Estas son algunas características enraizadas en la personalidad de aquella comunidad judía, las cuales el Noble Corán mostró para que sepamos la realidad y para que los musulmanes no sean engañados en cualquier tiempo, siglo o lugar.