Garante de la unidad de la Ummah islámica
Más que cualquier otra cosa, la mezquita establece de forma práctica e infunde significado al concepto de unidad de los musulmanes en la Ummah. Al reunir a todos los musulmanes para el Salah e impartir el espíritu de hermandad, cooperación y disciplina, hace de los musulmanes una unidad, en ejército de Al-lah. Los guía hacia el bienestar y la prosperidad de la Ummah en ambos mundos. La gente se reúne en la mezquita con sus corazones puros, libres de enemistad y arrogancia. Por esta misma razón, la gente que frecuenta la mezquita está siempre activa en el servicio de la comunidad.
La mezquita como un tribunal
El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, resolvió conflictos entre la gente dentro de la mezquita. Algunos de sus grandes Compañeros, que Al-lah Esté complacido con ellos, se sentaban a su alrededor para aprender cómo él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dictaminaba entre las partes en conflicto, ya sea entre musulmanes o entre musulmanes y otros. Antes de la construcción de cortes separadas, la mezquita servía de corte donde la gente iba a buscar justicia y una solución a sus conflictos.
Un viajero persa, Nasir Khosraw, quien visitó la mezquita de ‘Amr ibn Al As en Al Fustat (una antigua ciudad islámica al sur del Cairo) en el año 439 H., notó que la mezquita contenía una sala de audiencias para los jueces y albergaba el Baitul-mal (el tesoro del Estado) para mantener los fondos para los huérfanos y los necesitados. Sin embargo, no se aplicaban los castigos en el área de la mezquita para así resguardar su santidad.
Consulta y consejo
En los inicios del Islam, los asuntos de importancia para la Ummah eran discutidos en la mezquita. La Mezquita del Profeta cumplía el rol del parlamento o congreso actual. La mayoría de las reuniones de consulta se realizaban en la mezquita, como el que se realizó antes de las batallas de Uhud, Al Ah-zab, y otras luchadas por la causa del Islam. Los Califas bien Guiados celebraron concejos de guerra, tratados, acuerdos y otros asuntos políticos en la mezquita. Los miembros del concejo consultivo eran miembros de los más antiguos de los Muhayirun y los Ansar.
Rol social y servicios
· Cobijando a los pobres
La Mezquita del Profeta servía de hogar y refugio para los invitados y viajeros. Tenía un área sombreada en la parte de atrás donde los indigentes y los pobres vivía. Abu Hurairah, que Al-lah Esté complacido con él, y otros Compañeros de escasos recursos vivían con los necesitados y los pobres en el patio de la Mezquita del Profeta. Ellos siempre estaban cerca del Profeta, sallallahi ‘alaihi wa sallam, ya que Abu Hurairah fue el Compañero que narró la cantidad más grande de hadices del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam.
Recaudación y distribución de la caridad
La comunidad musulmana fundada por el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, brindaba apoyo y era interdependiente. Cada miembro sabía que sus responsabilidades estaban antes de sus derechos. Los miembros ricos cumplían sus deberes hacia los pobres y necesitados. Llevaban sus donaciones a la Mezquita del Profeta, la cual cumplía el rol que actualmente cumplen las organizaciones de caridad al recaudar el Zakat y las donaciones, y distribuirlas entre los necesitados. El Zakatul Fiter, el botín, y las donaciones de diferentes regiones también se recaudaban en la mezquita para la distribución.
Clínica y hospital
Uno de los aspectos menos conocidos de la mezquita es que esta servía como una clínica para los heridos en algunas de las primeras batallas del ejército musulmán. Cierta vez, algunos de los Compañeros del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, feron heridos en una batalla dirigida por el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y él ordenó que ellos fueran tratados en la mezquita.
Farmacias y dispensarios se encontraban al lado de la mezquita y los médicos musulmanes atendían a los pacientes y les prescribían medicamentos gratuitamente. Un ejemplo de tales mezquitas fue la Qurtuba (Córdoba), en la España musulmana.
Ahmad ibn Ibrahim, quien fue uno de los más grandes médicos musulmanes de aquel tiempo, solía quedarse en frente de la mezquita después del Salat del ‘Isha para atender a los pacientes pobres. Solía llevar a alguien con él para ayudarlo a cargar los medicamentos. El realizaba esta tarea por amor a Al-lah y la mayoría de los médicos musulmanes hacían las mismas obras de caridad para la comunidad musulmana.