Lo que también indica la gran virtud de reconciliar a la gente es que el Islam permite mentir con el fin de reconciliar a las personas en disputa. El significado de mentir aquí es exagerar al describir y confirmar los aspectos buenos de la otra parte, para así reconciliar los corazones y afirmar que tal disputa no fue intencional. El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “A quien reconcilia a las personas no se le considera mentiroso si exagera lo que es bueno o dice que es bueno” (Ahmad). Un erudito dijo: “A Al-lah Todopoderoso Le gusta que se mienta en aras de la reconciliación, y no le gusta la veracidad en aras de la corrupción”. Así que hay que prestar atención a esto.
Debemos darnos cuenta de que somos seres humanos, y las disputas surgen entre nosotros de manera natural. Son raras aquellas personas que están a salvo del desacuerdo. Puede ocurrir entre hermanos, parientes, cónyuges o amigos. Esto sucede a menudo. Así que debemos deshacernos de ello a través de la reconciliación, el apretón de manos, el perdón, la condescendencia, el amor y la hermandad, para que todo vuelva a estar bien.
Reflexionemos sobre este hadiz del maestro de aquellos que reconcilian a la gente (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): “Las puertas del Paraíso se abren en dos días: lunes y jueves. A todo siervo que no asocia nada ni nadie con Al-lah Todopoderoso se le concede el perdón, excepto a la persona en cuyo corazón hay rencor hacia su hermano. Será dicho: ‘Demórenlos a ambos hasta que se reconcilien, demórenlos a ambos hasta que se reconcilien’” (Muslim).
Al-Awzai (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “No hay paso más querido para Al-lah Todopoderoso que un paso dado para reconciliar a las personas. A quien reconcilie a dos personas, Al-lah Todopoderoso de otorgará seguridad contra el fuego del Infierno”.
¡Mis amados por la causa de Al-lah, Exaltado sea! Alguno podría decir: “Quiero hacer esto y aquello para reconciliarme con fulano, pero temo que él me rechace, se niegue a recibirme o desprecie mi visita”. Yo les digo: recuerden que nuestro Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) nos dijo: “Ve con él, aunque te despida o hable mal de ti. Ve con él una, dos y tres veces, y apresúrate a darle un regalo, sonreírle y tratarlo bien”. El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) también dijo: “Al-lah Todopoderoso aumenta el honor de quien perdona” (Bujari y Muslim). Si perdonas, Al-lah Todopoderoso aumentará tu honor; y si reconcilias a la gente, Al-lah Todopoderoso aumentará tu honor. Si eres rechazado o no te abren la puerta y te regresas, debes saber que así mismo actuaban los predecesores de la Ummah, porque es una prueba de la pureza del corazón, ya que Al-lah, Glorificado sea, dice: {Si se les dice: “¡No entren!”, entonces vuelvan [sobre sus pasos], eso es lo más puro} [Corán 24:28]. Así que, creyente, cuídate de esto y no le dejes a Satanás un camino hacia ti.
Prueba la reconciliación hoy mismo. Llama a aquella persona que está discutiendo contigo y trátala bien. Quizás esta llamada pueda ser una razón, después de la misericordia de Al-lah Todopoderoso, para que sean perdonados tus pecados: {¿Acaso no aman ser perdonados por Dios? Dios es Indulgente, Misericordioso} [Corán 24:22]. Ve con esa persona. Hay personas que fueron a sentarse con sus oponentes por solo quince o treinta minutos, pero terminaron sentados durante largas horas debido a la felicidad, comodidad, familiaridad y amor que sentían.
Intenta ser quien tome la iniciativa de la reconciliación y no dejes que el susurro de Satanás te venza. El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Es ilícito para un musulmán abandonar a sus compañeros musulmanes por más de tres días consecutivos. Cuando se encuentran, cada uno aparta su rostro del otro. El mejor de ellos es aquel que comienza el saludo” (Ahmad).
Quien busca la reconciliación debe tener en cuenta las normas en la solución de conflictos, de modo que Al-lah Todopoderoso lo apoye y, de ese modo, reciba los frutos de su esfuerzo. Las principales de esas normas son:
1. Tener una intención sincera por la causa de Al-lah Todopoderoso. No se debe buscar dinero, prestigio, ostentación ni fama con la reconciliación, sino que se debe buscar la complacencia de Al-lah Todopoderoso, Quien dice: {A quien lo haga anhelando complacer a Dios, lo agraciaré con una grandiosa recompensa} [Corán 4:114].
2. Adherirse a la justicia y evitar por completo la injusticia: {Reconcilien a ambos grupos con equidad. Sean justos, que Dios ama a quienes establecen justicia} [Corán 49:9].
3. La mediación debe basarse en el conocimiento de la Shari’ah. Es preferible que consultes a los eruditos a este respecto, estudia el tema desde todos los ángulos, y escucha a cada una de las partes.
4. No seas precipitado en tu juicio y tómate tu tiempo, porque la precipitación puede llevar a corromper más que a arreglar.
5. Debes elegir el momento apropiado para reconciliar las partes en conflicto. Es decir, solo se debe comenzar la reconciliación cuando el problema se enfría, se alivia la gravedad de la disputa y se extingue el fuego de la ira. Luego puedes comenzar con tu esfuerzo para reconciliarlos.
6. Lo que es más importante también es usar buenas palabras. Debes decir: “Padre de fulano, eres conocido por esto y aquello”. Debes mencionar sus méritos y buenas obras, e incluso exagerarlos al punto de mentir, luego adviértele contra rencores y disputas.
Al-lah, purifica nuestros corazones del rencor, la envidia y el engaño. Al-lah, restaura nuestras relaciones con nuestros seres amados. Al-lah, haz que la vida sea un aumento para nosotros en todo lo bueno y que la muerte sea un alivio para todos nosotros de todo mal con Tu misericordia, ¡oh, Misericordioso de los misericordiosos!
Ver la otra parte del artículo: