- El taiammum es un privilegio y una bendición:
Al-lah favoreció a los musulmanes cuando dictaminó el taiammum, es una de Sus bendiciones con la que busca facilitar el cumplimiento de las obligaciones a Sus siervos, además de señalar la forma en que los ha privilegiado y cómo bendijo a Su Profeta y Mensajero, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Esta es una práctica con la que solo los musulmanes fueron agraciados, pues nunca había establecido que la tierra y el suelo fuera un lugar donde se pudieran postrar y con el que se pudieran purificar. De tal forma que si llega la hora de realizar la oración y el musulmán no encuentra una mezquita dónde hacerla ni agua con la cual purificarse para cumplir con su deber, pues está la tierra y el suelo para que lo haga. Yabir Bin ‘Abdul-lah, que Al-lah esté complacido con él, relató que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Me fueron concedidas cinco cosas que nunca le habían sido dadas a otros profetas: La victoria sin luchar, por el temor que siente el enemigo aun cuando nos separa la distancia que se recorre en un mes. Toda la tierra se dispuso para mí (y mi gente) como mezquita y medio de purificación física. Que al llegar la hora de la oración, la persona puede rezar en el lugar donde se encuentra. Y se me permitió tomar el botín de guerra” (Bujari). En el comentario sobre Al Bujari de Al Qari encontramos: “Uno de los privilegios con los que se destacó a la nación islámica es que Al-lah hizo de la tierra y el suelo una mezquita y un medio para la purificación física. Así, cuando no encuentra agua para purificarse, hace el taiammum, y los actos que prosiguen a esta purificación son tan válidos como si se hubiera purificado con agua”. An-Nawawi dijo: “Es algo particular para los musulmanes, una forma en que se dignificó y distinguió esta nación, pues ninguna otra nación anterior fue favorecida de esta manera, tal como lo señalan con claridad los hadices del Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él”. Ibn ‘Uzaimin dijo: “En las naciones anteriores su gente debía permanecer en su estado de impureza hasta que encontraran agua para purificarse y debía reponer todas las oraciones y formas de adoración que había perdido por no haberse podido purificar”.
- El buen trato del Profeta hacia su esposa:
Una de las más importantes lecciones que nos deja este episodio es el ser testigos de la consideración que tuvo el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, con su esposa, el buen trato y los buenos sentimientos hacia ella, pues ella era la mujer a la que más amaba y su padre el ser más querido para él, como dijo en el hadiz cuando le preguntaron: “¿Cuál es la persona a la que más amas?”, respondió: “A ‘Aisha”. Le preguntaron otra vez: “Y de los hombres”, respondió: “A su padre” (Bujari).
Como vimos, el hecho de que por culpa del collar que había perdido se habían detenido y quizás retrasado, no le afectó para nada en su buen trato hacia ella, porque vimos que hasta durmió con su cabeza sobre su muslo. Quien analice la sira del Profeta encuentra que él era muy amoroso y tierno con ella, demostrando el más alto grado de buen comportamiento, ya que no reprendía sino que enseñaba, no humillaba sino que era benevolente, nunca fue violento ni grosero, por el contrario, la consentía y jugaba con ella, y era paciente ante sus cambios de humor. De igual forma, siempre estaba pendiente de recordarle a sus sahaba que trataran bien a las mujeres, como en el hadiz relatado por Abu Huraira en el que el Profeta dijo: “Les recomiendo el mejor comportamiento para con las mujeres” (Bujari). Además, fue él quien dijo: “El mejor de todos ustedes es el que mejor trate a su esposa e hijos, y yo soy el que mejor trato tiene con ellos” (At-Tirmidhi).
- La educación impartida por los padres a sus hijos:
Los padres tienen el deber de educar a sus hijos incluso si ya son mayores y están casados, el que lo hagan no significa que se está metiendo en asuntos que no le corresponden. Lo anterior se entiende de lo que la misma ‘Aisha dijo que su padre hizo con ella en este episodio.
Además, se hace evidente que para ‘Aisha lo más importante era la tranquilidad de su marido, pues pese a lo que su padre hizo con ella, no se movió y se aguantó la incomodidad producida por su padre, todo para que el Mensajero de Al-lah continuara con su sueño, lo anterior fue deducido también por Ibn Hayar cuando comentó este suceso.
También se puede concluir el puesto privilegiado que ocupaba ‘Aisha, pues lo que le aconteció fue la razón de que un verso del Corán fuera revelado y que se impusiera un edicto nuevo en el Islam, la validez del taiammum. Por este motivo es que Usaid Bin Hudair le dijo a Abu Baker que no era la primera vez que su familia era bendecida, pues ya antes habían acontecidos otros sucesos donde se había visto la bendición de Al-lah sobre ellos. Es más, en otra versión de este episodio se menciona que Usaid le dijo a ‘Aisha: “No hay un suceso que te acontezca y que te cause molestia, sin que Al-lah haga de él un beneficio para ti y para todos los musulmanes”.
Al-lah dictaminó que el agua que hace descender del cielo sea un medio para purificar nuestros cuerpos, pero en ocasiones sucede que no contamos con este líquido bendito o que por algún motivo válido, como la enfermedad, nos sea imposible usarlo. Por lo tanto, para facilitarnos la vida ante la falta del agua o la imposibilidad de usarla, Al-lah dictaminó el taiammum como una bendición.