Al Qurtubi dijo: “Ese suyud prohibido es un acto que ha sido adoptado por personas ignorantes, quienes, al ver a su guía, shaij o instructor, se inclinan o postran ante sus pies, como lo hacen en algunas sectas sufís. Esto es ignorancia de su parte, perdición y una muy mala acción”. Ibn Al Qaiem dijo en Madariyy As-Salikin: “El suyud que hace el aprendiz ante su maestro es una forma de shirk, pero no lo comete solo el que se postra, sino también la persona que permite que se postren ante él. Lo más extraño de todo es que ellos alegan que no se trata de una forma de adoración, sino que simplemente ponen sus cabezas en los pies de sus maestros por respeto nada más, argumento que es refutable compararlo con el suyud que se hace ante un ídolo, el sol, las estrellas, las rocas (todos sabemos que no es respeto, es adoración)”.

Ibn Taimia escribió en Maymu’ Al Fatawa: “Los musulmanes, por consenso, creen que el suyud ante otro que no sea Al-lah es haram. De igual forma, no es lícito que se bese o se ponga la cabeza en el suelo o cualquier forma de postración e inclinación ante un maestro o un rey, pues cuando le preguntaron al Enviado de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, que si era permitido inclinarse cuando se encontraban con otra persona, él respondió que no”. Asimismo, mencionó en Yami’ Al Masa’il que en los textos de la Sunna y el consenso de los musulmanes se encuentra la prohibición de la postración ante otro que no sea Al-lah, sea para saludarlo o, peor aún, adorarlo. Lo mismo afirmó An-Nawawi.

Enseñanza:

Hay dos tipos de suyud, el primero es el que se hace para exaltar a Al-lah y adorarlo, por lo tanto, este debe hacerse solo para Al-lah, como está implícito en todos los mensajes que Al-lah reveló. El segundo es el que se hace para honrar y saludar a alguien, en este caso, nos referimos al que Al-lah les ordenó a los ángeles que hicieran ante Adán, por lo que se considera en su caso como una forma de adoración a Al-lah, pues ellos estaban obedeciendo algo que Él les había mandado hacer. De este modo se considera el suyud que los padres y hermanos del Profeta José hicieron ante él, el cuál era lícito en las leyes que se les habían revelado (por lo que no se considera como shirk); pero en las normas que Al-lah estableció en el mensaje que le reveló al sello de Sus Profetas, Muhammad, no es lícito postrarse ante algo o alguien diferente a Al-lah. Ibn Taimia dijo: “El suyud es una norma establecida en las leyes de Al-lah, porque en ella nos ordenó hacerlo solo ante Él. Si nos hubiera mandado hacerlo ante cualquiera de Sus criaturas, hablando hipotéticamente, en dicho caso ese acto sería entendido como una forma de adoración, pues lo haríamos por obediencia a Al-lah”, así explicó lo que habíamos mencionado del suyud que los ángeles hicieron ante Adán y los padres y hermanos de José ante él.

Ibn Al ‘Arabi dijo: “Todos los musulmanes concuerdan en que el suyud de los ángeles ante Adán no era adoración”. Ibn Kazir, por su parte, dijo: “Esta norma se estableció en las leyes reveladas a los profetas desde el primero de ellos hasta Jesús, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con ellos. En las leyes reveladas a Muhammad, se estableció que solamente hay que postrarse ante Al-lah. El Shaij Ibn Baz mencionó lo mismo que se expuso con anterioridad.
Quien se niegue a postrarse ante Al-lah en esta vida, le será imposible hacerlo en la del más allá cuando resucite y le sea ordenado postrarse, por más que quiera hacerlo, dijo Al-lah: {El día que se descubra la pierna [divina], manifestándose la gravedad de la situación] y sean invitados a prosternarse, pero no podrán, tendrán la mirada abatida, porque fueron invitados a prosternarse cuando podían [pero no lo hicieron]} [Corán 68:42-43]. At-Tabari comentó sobre estos versos: “Se refiere a la oración, la cual fue establecida de forma obligatoria, pero ellos, sin excusa alguna o un impedimento que no les permitiera hacerlo, se negaron a cumplir con este mandato”. As-Sa’di dijo: “En el momento que en el más allá se dé la orden de hacer suyud, los creyentes, quienes en esta vida se postraron ante Al-lah voluntariamente, podrán cumplir con ese mandato; mientras que los corruptos e hipócritas no podrán hacerlo (por más que lo deseen)”.

El suyud, como lo dijimos, es una forma de adoración y obediencia, siendo una de las mejores. NO hay que postrarse ante nada ni nadie más que ante Al-lah, el Eterno, dijo Al-lah: {¡Prostérnense ante Dios y adórenlo solo a Él!} [Corán 53: 62], por lo que no es lícito postrarse ante una de Sus criaturas, así sea un profeta, un maestro o una persona virtuosa.