En el Corán se encuentran un sinnúmero de aleyas que animan a la gente a tener esperanza y deseos de triunfar en el más allá, haciéndose merecedora de la misericordia de Al-lah, de Su perdón y de Su anuencia. Pero también hay versos en los que se previene del castigo, que pretenden infundir en los corazones la taqwa (piedad, temor reverencial) de Al-lah, motivándolos a que se blinden en contra del pecado, la mediocridad y las faltas. Las personas timoratas son guiadas hacia la piedad y lograrán los más altos niveles en el Paraíso.
Los sabios y los especialistas en ciencias del Corán han destacado estas aleyas de las que hablamos. En la primera clase, es decir, las que motivan la esperanza, encontramos: {En verdad, Al-lah no perdona que se adore a nadie junto a Él pero, excepto eso, perdona a quien Él quiere} [Corán 4:48]; {¿Acaso no aman ser perdonados por Al-lah? Al-lah es Indulgente, Misericordioso} [Corán 24:22]; {Tu Señor te agraciará y te complacerás} [Corán 93: 5], y muchas otras más.
En el otro grupo, las que llaman a la taqwa, tenemos: {Quien haya obrado mal será retribuido por ello, y no encontrará fuera de Al-lah protector ni socorredor} [Corán 4:123], {Y tengan temor de un fuego que ha sido reservado para los que niegan la verdad} [Corán 3:131]; la que se dice que es la más severa: {Todos ustedes lo contemplarán [al Infierno], y esa es una determinación irrevocable de tu Señor} [Corán 19:71]; {Al-lah los exhorta a que Le teman a Él. Ante Al-lah comparecerán} [Corán 3:28]; {¡[Un día] los haremos rendir cuentas, oh, ustedes dos, cargados de pecado!} [Corán 55: 31]; {¿A dónde irán [con ese argumento]?} [Corán 81:26]; y: {¡Pero el castigo de tu Señor es severo} [Corán 85:12].
{[…] pero Al-lah ya les mostrará lo que no se imaginan}
Una de las aleyas que mencionaron también en este sentido es: {[…] pero Al-lah ya les mostrará lo que no se imaginan} [Corán 39: 48]. Esta es una aleya grandiosa que merece que nos tomemos un tiempo para reflexionar sobre sus significados.
En A’lam An-Nubala’ y otros títulos se encuentra la biografía del gran sabio Muhammad Bin Al Munkadr, en la que se relata: “En una noche, mientras rezaba, lloró intensamente, tanto que su familia se preocupó y trataron de entender la razón de su llanto, pero este siguió llorando e ignoró las preguntas. Entonces llamaron a Abu Hazim, quien le pidió que se calmara hasta que finalmente lo hizo. Le preguntó: ‘¿Qué motivó semejante llanto?’, a lo que le respondió: ‘Una aleya que recité’; ‘¿cuál?’ le cuestionó, y recitó: ‘{[…] pero Al-lah ya les mostrará lo que no se imaginan}’. Abu Hazem comenzó a llorar junto con Muhammad, por lo que su familia lo recriminó, ya que lo habían llamado para que lo calmara, pero al final resultaron los dos llorando”. ‘Afif Bin Salim reportó de ‘Akrama Bin Ibrahim que Ibn Al Munkadr estaba asustado en su lecho de muerte, le preguntaron por la causa de su miedo y dijo: “Mi temor se debe a lo que dice la aleya ‘{[…] pero Al-lah ya les mostrará lo que no se imaginan}, me da miedo encontrarme con lo que no me esperaba”.
Ciertamente, esta aleya merece que el musulmán se detenga a reflexionar profundamente sobre sus significados y que no la deje pasar sin que estalle en llanto, pues le puede suceder lo que menos se espera a la hora de su muerte, en su tumba, cuando esté en el lugar donde será juzgado por Al-lah el Día de la Resurrección, mientras sea juzgado y cuando esté andando sobre sirat al mustaquim.
Sabemos que Al-lah, 'azza wa yalla, no deja pasar una sola acción y expresión del ser humano sin que quede registrada, dijo: {Creé al ser humano y sé cuáles son sus debilidades. Estoy más cerca de él que su propia vena yugular. [Sabe que] dos ángeles escriben todas sus obras, sentados uno a su derecha y el otro a su izquierda, no pronuncia palabra alguna sin que a su lado esté presente un ángel observador que la registre. Le llegará la agonía de la muerte con la verdad. ¡De ella era que huía!} [Corán 50:16-18]; {¿Acaso piensan que no escucho sus secretos y murmuraciones? Claro que sí, y Mis [ángeles] enviados registraban sus acciones} [Corán 43:80]; y: {He aquí Mi Libro, que habla sobre ustedes con la verdad. Yo había ordenado registrar todo lo que hacían} [Corán 45:29].
{[…] pero Al-lah ya les mostrará lo que no se imaginan} en su lecho de muerte, pues es un momento muy difícil en el que la persona espera el anuncio de qué le hará el ángel que recibirá su alma. El primero, que será para los piadosos, dirá: “Despréndete con alegría y dejando un aroma muy agradable, y dirígete hacia Al-lah que está complacido y no está enojado contigo”. Y el segundo, que será para los corruptos, dirá: “Albricia, oh, enemigo de Al-lah, la humillación, la denigración y el fuego que te espera”, es en ese momento que la persona encuentra lo que no se imaginaba.
{[…] pero Al-lah ya les mostrará lo que no se imaginan} en la tumba, cuando el ángel le haga las tres preguntas: “¿Quién fue tu Señor? ¿Cuál fue tu religión? ¿Quién fue tu Profeta?”. ¿Será que Al-lah le dará firmeza para que responda: “Mi Señor fue Al-lah, mi religión el Islam y mi Profeta fue Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él”? Si es así, un vocero anunciará que este siervo ha dicho la verdad, por lo que su libro de registro de las obras será noble, sentirá la amplitud de su tumba, tanto como alcance su vista, será cubierta con tapetes del Paraíso y dormirá profundamente. Ahí suplicará: “!Señor mío, haz que llegue el juicio, haz que llegue el juicio!”, pues sabe lo que le espera. Pero aquel que no sepa la respuesta será decepcionado y dirá: “¡No sé!”, a ese se le responderá: “¡Claro que no sabes!”, y será golpeado, nombrado como mentiroso y desmentidor. Su libro, el del registro de sus obras, será denigrado y puesto en el nivel más bajo, se le abrirá una puerta al Infierno en la tumba, la cual será tapizada con el fuego infernal y le resultará estrechamente asfixiante, tanto que sus costillas se aplastarán. Allí suplicará: “¡Señor mío, no hagas que llegue el juicio, no hagas que llegue el juicio!”, pues ya sabe lo que vendrá.
El Día de la Resurrección, día de gran temor y dificultad, ocurrirá lo que sorprenderá y desconcertará al que más sano juicio y buen corazón tenga. Luego cuando sean entregados los registros de las acciones, no sabrá si extender su mano derecha para recibirlo o si se le entregará en su izquierda y por detrás.
Ese es el libro en el que se ha registrado cada expresión y cada acción que realizaste en tu vida, ¿has pensado en lo que tú mismo escribiste y escribes a diario en él? Dijo Al-lah: {Todo ser humano será responsable por sus actos, y el Día de la Resurrección le entregaré un libro abierto. [Se le dirá:] "Lee tu libro, pues hoy será suficiente con que tú mismo leas el registro de tus obras [para saber cuál será tu destino]"} [Corán 17:13-14]; y: {A cada uno se le expondrá el registro de sus obras, y verás a los pecadores que por temor a su contenido dirán: "¡Ay de nosotros! ¿Qué clase de registro es este, que no deja de mencionar nada, ni grande ni pequeño?". Encontrarán mencionado todo cuanto hayan cometido, pero tu Señor no oprimirá a nadie} [Corán 18:49].
¿Has pensado en el momento en el que serás llamado ante Al-lah para rendirle cuentas? Momento del cual dijo Al-lah: {Para quien haya tenido temor de comparecer ante su Señor habrá dos jardines} [Corán 55:46]; y el Profeta Muhammad, que la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Al-lah le hablará directamente, sin intermediarios, ni traductores, a cada uno de ustedes. Al mirar hacia la derecha no verán más que todo lo que han hecho; al mirar hacia la izquierda no encontrarán más que sus propias obras y al frente verán el fuego. ¡Protéjanse de entrar al Infierno por medio de una obra tan fácil y pequeña como la de dar en caridad un dátil!” (Bujari y Muslim).
¿Qué crees que pasará contigo? ¿Serás de los que Al-lah cubrirá y abrigará? ¿Encubrirá tus faltas y hará tu juicio fácil y sencillo? ¿Serás de aquellos a los que Al-lah les dirá:: “¿Reconoces este pecado que cometiste?”, entonces lo admitirás y Él te dirá: “En la vida mundanal te encubrí [tu pecado], no lo hice público, y hoy te lo perdono”? ¿Serás de aquellos a los que Al-lah les entregará el libro de sus buenas acciones en su diestra (lo que indicará que entrarán en el Paraíso) o serás de los que negarán sus pecados, y entonces Él presentará las pruebas de sus faltas y luego los enviará al Infierno?
Continúa en la parte 2