El tratado de Al Hudaibiah es un suceso que demuestra definitivamente la veracidad del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, y que es el Mensajero de Al-lah. Esta afirmación está fundamentada en que las condiciones que fueron establecidas, las que beneficiaban aparentemente a los de Quraish y no a los musulmanes, en especial en una época en la que la comunidad islámica había crecido y vencido en varias batallas, lo que la colocaba en una posición de ventaja a la hora de hacer algún tipo de negociación. Sin embargo, notamos cómo el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, aceptó todas las condiciones expuestas por los negociadores de Quraish, incluso la de devolver a los musulmanes que sin permiso de su familia emigraban hacia Medina. Todo lo que nos relatan los testigos presenciales de este tratado nos evidencia que el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no estaba actuando por voluntad propia, sino que estaba siguiendo exclusivamente los mandatos de Al-lah, porque un líder que negocie con sus opositores trataría siempre de sacar ventaja, no aceptaría incondicionalmente las peticiones de la contraparte.
Lecciones para reflexionar
Son muchas las lecciones que podemos destacar de este suceso, mencionemos algunas para reflexionar:
1. En el Islam la victoria no se alcanza por el número de personas o poderío militar con que se cuente, la victoria es dada únicamente por Al-lah, sean cuales sean las condiciones en las que se encuentre la Ummah; claro, para que Al-lah nos Dé Su victoria debemos cumplir con sus mandatos, haciendo lo que nos Ordena y no incurriendo en lo que nos Prohíbe, y confiar totalmente en Él.
2. La confianza que tenía el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, era total. Por ello, sabía con certeza que si Al-lah Quería que firmase ese tratado bajo esas condiciones aparentemente adversas, era porque algo mejor iba a resultar para los musulmanes, al fin y al cabo Al-lah es Quien lo Sabe todo y nosotros no. Este tratado trajo consigo muchas cosas importantes para los musulmanes, pues durante los años que duró tuvieron la oportunidad de consolidar el estado en Medina, crecer y relacionarse con más gente. Muchos podrían pensar que se trataba de una derrota, pero al final fue una victoria, y esto nos queda claro en la interpretación que los Sahabah, que Al-lah Esté complacido con él, le dieron a las aleyas que Al-lah Reveló cuando los musulmanes estaban de regreso a Medina. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Ciertamente te Concedimos [¡Oh, Muhammad!] una victoria evidente [el pacto de Hudaibiah, con los idólatras en el año seis de la Hégira]. Al-lah te Perdonará [¡Oh, Muhammad!] las faltas que cometiste y las que pudieses cometer, Completará Su gracia sobre ti, te Afianzará en el sendero recto y te Socorrerá grandiosamente. Él es Quien hizo descender el sosiego en los corazones de los creyentes para aumentarles la fe. A Al-lah Pertenecen los ejércitos de los cielos y de la Tierra; y Al-lah es Omnisciente, Sabio.}[Corán, 48: 1-4]. Hay gente que piensa que la victoria que se menciona en la primera aleya es la recuperación de la Meca; pero, como lo mencionamos antes, se trata de todo lo que se dio tras firmarse el Tratado de Hudaibiah.
En la aleya en la que Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Él es Quien Hizo descender el sosiego en los corazones de los creyentes para aumentarles la fe.} [Corán, 48:3], tenemos una muestra clara y evidente de la inmensurable e infinita gracia y misericordia de Al-lah para con los creyentes. Luego del difícil proceso por el que pasaron y la frustración que muchos sintieron, Al-lah Hizo que el sosiego llenara sus corazones y que su fe aumentara, esta es la recompensa por la paciencia, la confianza y la entrega al cumplimiento de los mandatos de Al-lah.