“Me es muy dificil comprender toda la verdad acerca de la personalidad de Muhammad. Sólo puedo captar un vistazo. ¡Qué dramática sucesión de escenas pintorescas! Allí está Muhammad, el Profeta. Allí está Muhammad, el guerrero; Muhammad, el hombre de negocios; Muhammad, el hombre de Estado; Muhammad, el orador; Muhammad, el reformador; Muhammad, el refugio de los huérfanos; Muhammad, el protector de esclavos; Muhammad, el emancipador de mujeres; Muhammad, el juez; Muhammad, el santo. Todo en todos estos magníficos roles, en todas estas facetas de actividades humanas, él es como un héroe”.
(Mohammed: El Profeta del Islam, 1989)