Es importante que nos preparemos para esta ocasión inminente. Como siempre, al final de cada año, día y noche, estamos constantemente bombardeados con luces, decoraciones y música de la estación a cada paso. No puedes ir a la tienda, a la biblioteca o incluso salir a tu patio sin notarlo.
Pero este año también nosotros celebramos, solo unos días antes, nuestra fiesta islámica, el ‘Id Al Ad-ha; no de la misma manera por supuesto; sin embargo, este fue nuestro tiempo de celebración. Estas circunstancias inusuales pueden presentar confusión y curiosidad en nuestros niños, adolescentes e incluso nuevos musulmanes. Es necesario que manejemos sus preguntas y preocupaciones de forma honesta y directa. El método más efectivo de aclarar y transmitir información correcta y detallada es tratar con los hechos de forma eficiente y apropiada. Reemplazar la curiosidad normal con conocimiento hará que todos, in sha Al-lah, estén más firmes en sus convicciones.
Entre las numerosas situaciones que pueden surgir en esta estación, son las luces de Navidad. Uno de tus pequeños, impresionado y extasiado, mientras de camino a la mezquita pasan por casas llenas de luces, podría exclamar: “¡Mira, las luces son muy hermosas!” Tú lo miras frunciendo el ceño y, regañándolo, dices: “¡No, no, no! ¡Son feas!”
Él nunca más te dirá que piensa que las luces son bonitas, porque no quiere decepcionarte. Sin embargo, eso no significa que haya cambiado de opinión. Él podría seguir creyendo que las luces son bonitas y, además, podría sentir que le has mentido.
Él nunca más te dirá que piensa que las luces son bonitas, porque no quiere decepcionarte. Sin embargo, eso no significa que haya cambiado de opinión. Él podría seguir creyendo que las luces son bonitas y, además, podría sentir que le has mentido.
Incluso, puede ser difícil para ti decirle a alguien que las luces son feas, posiblemente porque ni tú mismo te lo crees. ¿Por qué? Porque las luces son agradables para la mayoría, grandes y pequeños, es por eso que se usan en toda clase de ocasiones festivas. El punto es que, aunque pueden ser agradables a la vista, la razón detrás de ellas es que están siendo usadas en esta época del año, y eso es lo feo… no las luces en sí mismas.
Todos los niños pueden ver las luces en un arcoíris de colores, destellando y parpadeando. Ellos no ven el kufur (incredulidad) que está siendo celebrado dentro de esas casas llenas de luces. Es por esta razón que es de vital importancia que la situación sea completamente explicada y no simplemente evadida. Debemos abordar esta situación con una explicación detallada, y solo mediante eso un nuevo musulmán o un niño podrá comprender completamente por qué las luces o decoraciones son tan desagradables en esta época del año.
Todos los niños pueden ver las luces en un arcoíris de colores, destellando y parpadeando. Ellos no ven el kufur (incredulidad) que está siendo celebrado dentro de esas casas llenas de luces. Es por esta razón que es de vital importancia que la situación sea completamente explicada y no simplemente evadida. Debemos abordar esta situación con una explicación detallada, y solo mediante eso un nuevo musulmán o un niño podrá comprender completamente por qué las luces o decoraciones son tan desagradables en esta época del año.
Es importante que ellos entiendan que las luces en sí no son Haram (prohibidas). Simplemente son pequeñas bombillas de colores que pueden ser usadas para cualquier propósito, como cualquier otra bombilla eléctrica. En muchos lugares alrededor del mundo son usadas por varias razones, que nada tienen que ver con ninguna celebración religiosa. No son las luces el tema principal, sino lo que hay detrás de ellas.
Podrías pasar toda una tarde discutiendo tu punto de que las luces son feas, pero al final ellos seguirán pensando lo contrario. Incluso después de un debate sobre el tema, podrías sentir que has salido victoriosos; pero, piensa en esto: ¿qué es lo que realmente ganó?, ¿tu opinión? Desafortunadamente, esa no es una razón lo suficientemente buena para nadie, incluso para un niño, para estar de acuerdo contigo y cambiar su opinión. Además, si solo se discute el asunto irrelevante de las luces, ¿qué aprendieron? Probablemente no mucho, excepto, tal vez, cómo debatir mejor la próxima vez.
La Navidad, este año en particular, es una buena oportunidad para sentarse y explicar completamente las principales diferencias entre el Islam y el Cristianismo a los nuevos musulmanes o a los niños. La explicación debe ser de acuerdo al nivel de edad de los niños, y de acuerdo al conocimiento de los adolescentes o los adultos. Se debe enfatizar en la incredulidad que hay detrás de todo esto, y cómo los padres no musulmanes mienten a sus hijos sobre el personaje ficticio de Santa Claus. Debemos explicar que la época del año en que cae la Navidad coincide con una antigua festividad pagana y que adornar los árboles con decoraciones es una práctica de los paganos, que incluso es prohibida en la Biblia [Jeremías 10:3-4].
Para enfatizar más este hecho, haz que lo investiguen en cualquier enciclopedia y que recuerden el siguiente verso en el que Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Y con quienes decían: Somos cristianos, [también] Concertamos el pacto, pero olvidaron parte de lo que les fue mencionado [en el Evangelio]...} [Corán 5:14]
Luego, dales unos minutos para que hagan las preguntas que tengan. Luego de haberles explicado completamente las diferencias e informado sobre la incredulidad extrema que las decoraciones y las luces representan en las religiones paganas y en el cristianismo, pregúntales qué piensan ahora sobre esas luces y decoraciones. Lo más probable es que su respuesta haya cambiado drásticamente.
Podrías pasar toda una tarde discutiendo tu punto de que las luces son feas, pero al final ellos seguirán pensando lo contrario. Incluso después de un debate sobre el tema, podrías sentir que has salido victoriosos; pero, piensa en esto: ¿qué es lo que realmente ganó?, ¿tu opinión? Desafortunadamente, esa no es una razón lo suficientemente buena para nadie, incluso para un niño, para estar de acuerdo contigo y cambiar su opinión. Además, si solo se discute el asunto irrelevante de las luces, ¿qué aprendieron? Probablemente no mucho, excepto, tal vez, cómo debatir mejor la próxima vez.
La Navidad, este año en particular, es una buena oportunidad para sentarse y explicar completamente las principales diferencias entre el Islam y el Cristianismo a los nuevos musulmanes o a los niños. La explicación debe ser de acuerdo al nivel de edad de los niños, y de acuerdo al conocimiento de los adolescentes o los adultos. Se debe enfatizar en la incredulidad que hay detrás de todo esto, y cómo los padres no musulmanes mienten a sus hijos sobre el personaje ficticio de Santa Claus. Debemos explicar que la época del año en que cae la Navidad coincide con una antigua festividad pagana y que adornar los árboles con decoraciones es una práctica de los paganos, que incluso es prohibida en la Biblia [Jeremías 10:3-4].
Para enfatizar más este hecho, haz que lo investiguen en cualquier enciclopedia y que recuerden el siguiente verso en el que Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Y con quienes decían: Somos cristianos, [también] Concertamos el pacto, pero olvidaron parte de lo que les fue mencionado [en el Evangelio]...} [Corán 5:14]
Luego, dales unos minutos para que hagan las preguntas que tengan. Luego de haberles explicado completamente las diferencias e informado sobre la incredulidad extrema que las decoraciones y las luces representan en las religiones paganas y en el cristianismo, pregúntales qué piensan ahora sobre esas luces y decoraciones. Lo más probable es que su respuesta haya cambiado drásticamente.
La diferencia entre una respuesta precipitada e incompleta y una con una explicación cabal, es que no se deja espacio para la curiosidad persistente y además no se subestima la inteligencia u opinión de quien pregunta. Al respetar su inteligencia y opinión, tú estás abriendo sus mentes para que escuchen.
Con una honesta y clara explicación podrás, in sha Al-lah, prender la luz del conocimiento en sus mentes.