The Big Chill?, una investigación especial de la revista Time, fue la historia de portada del 16 de febreso de 1987 que sorprendió al mundo con horribles detalles de una nueva enfermedad: el SIDA. Debido a que el SIDA es contagioso y fatal, ha producido una nueva “casta de intocables” de quienes huyen hombres y mujeres temiendo por sus vidas. La publicidad sobre el tema ha causado tanto temor, que muchas peluquerías en Occidente tienen un letrero que dice “Aquí no se afeita”.
Las autoridades de gobierno han descrito esta reacción como “histeria del SIDA”. Sin embargo, los barberos sostienen que incluso la transpiración de las víctimas o gotas de sangre de pequeñas heridas que se hacen durante el afeitado puede transmitir el virus y que, por lo tanto, es mejor mantenerse a salvo de esto.
Después de realizar investigaciones detalladas, el equipo de expertos de Time confirmó que la causa principal de esta enfermedad mortal es la promiscuidad.
Ya que esta enfermedad es transmitida principalmente por homosexuales, se ha hecho conocida como la “enfernedad gay”. Esta enfermedad se esparció tan rápidamente que su crecimiento en el mundo actual ha sido geométrica. Contagiado por la fatalidad del SIDA, una de sus vícticas exclamó: “¿Qué pasará en este mundo si tenemos que morir cuando hacemos el amor? El SIDA es la enfermedad del siglo”.
La promiscuidad, llamada eufemísticamente “amor libre” en el mundo occidental, ha sido una maldición para la humanidad. Se calculó que para 1991, 270 000 peronas habían contraído esta enfermedad en los Estados Unidos, y los doctores encontraban imposible tratar a un número tan grande de pacientes. La situación se salió completamente de control. El gobierno ha iniciado una camáña anti-SIDA cuyo lema es: “Ama con precaución”. Este mismo consejo, con otras palabras, sería el siguiente: “Ama dentro de los límites del matrimonio. Deja de amar fuera de él”.
En la era moderna, una de las mayores influencias para la “legitimación” social de la promiscuidad fue la novela de D.H. Lawrence: Lady Chatterly’s Lover (El amante de Lady Chatterley), publicada por primera vez en 1928. En la época de su publicación este trabajo fue considerado obsceno, y casi imnediatamente fue eliminado. Luego, con un cambio gradual del clima moral, se dio permiso para republicarlo en 1959. Mucha gente joven en Amércia fue profundamente afectada por esta novela y, con toda una serie de publicaciones similares que le siguieron, la promiscuidad comenzó a ser la regla en lugar de la excepción. Ahora, una vez más, hay una protesta pública para prohibir Lady Chatterly’s Lover y otros trabajos similares.
Ese cambio radical de opinión ha sido causado por los efectos devastadores del SIDA. Esto ha obligado a Occodente a replantearse la cuestión del sexo libre, un adelanto que parece poco menos que milagroso. Libertinos de todas las tendencias, tarde o temprano, podrían enfrentarse con una nueva era de precausión sexual y de abstinencia.
La gente estaba fascinada por haber descubierto la clave para el disfrute ilimitado habiéndose libreado de las restricciones de la religión, ya que, de acuerdo con la ley divina, las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer son permitidas solamente dentro de los límites del matrimonio. Pero, ahora las realidades de la naturaleza finalmente están forzando al hombre a abandonar el camino del amor libre y seguir el camino de la abstinencia sexual. Han tenido que morir muchas personas durante la última parte del siglo XX para convencer a la gente de que la ley divina y la “ley de la naturaleza” son una. Demiasiado tarde se dieron cuenta los “amantes libres” de que la promiscuidad puede ser fatal. Una caricatura de Time mostrando a un hombre y una mujer rodeados por una serpiente venenosa, expresa uno de los mayores dilemas de la humanidad hoy en día.
No es sino por una buena razón que el Corán, el Libro de Al-lah, ordena que las relaciones sexuales deben ser restringidas dentro de los límites del matrimonio; sostiene (lo que se interpreta en español): {…Y [se os ha permitido casaros con] las mujeres recatadas de entre las creyentes y las recatadas de entre aquellos que recibieron el Libro antes que vosotros [judíos y cristianos], a condición de que les deis su dote para casaros con ellas, no para fornicar o tomarlas como amantes…} [Corán 5:5]
Esto ha sido interpretado por los comentaristas del Corán como un claro mandato de establecer las relaciones sexuales solo mediante el matrimonio, y de que no debe existir relaciones extramaritales. El Coran sostiene (lo que se interpreta en español): {Y los que se preservan de cometer adulterio o fornicación.Y solo cohabitan con sus esposas o con sus esclavas, y esto no es censurable.Y ciertamente quienes lo hagan con otras mujeres serán los transgresores.} [Corán 70:29-31]
Los experimentos han demostrado que este es el único camino correcto y natural. Las relaciones maritales y la fornicación no son asuntos que se traten solo de aprobación o desaprobación por las autoridades religiosas, sino que son asuntos de vida o muerte. El matrimonio es una bendición para la sociedad humana; las relaciones fuera de este son una maldición. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y entre Sus signos está Haberos Creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y Puso entre vosotros amor y misericordia. Por cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.} [Corán 30:21]
Las doctrinas y tradiciones islámicas que han logrado la institucionalización de un sistema sólido de conducta sexual, organizando y dando forma a una percepción islámica única sobre las relaciones sexuales, también ha protegido al mundo musulmán de ser presa fácil del SIDA. Sin embargo, decir que el mundo musulmán está completamente libre del SIDA o que esta epidemia tiene poca presencia entre los musulmanes es una mera fantasía, una fantasía que puede llevar al desastre.
La mayoría de los países árabes y musulmanes se encuentran dentro de la mitad pobre del mundo, una realidad que es conocida por ser la causante de muchos fenómenos graves, además del fracaso de las personas en asegurarse una vivienda y alimentación adecuadas. La pobreza, en muchas partes del mundo, sienta las bases para enfermedades sociales extremadamente peligrosas como la prostitución, la drogadicción y otras. Estos problemas consituyen una gran oportunidad para que el SIDA se expanda.
Cabe destacar que el nuevo plan de educación realizado por el gobierno de los Estados Unidos enfatiza la abstinencia sexual como una medida preventiva. Esta exhortación pública a observar las reglas de la “antigua” moralidad, es una clara indicación de la superioridad de la Ley Divina sobre la ley hecha por el hombre.
Un creyente en la Ley Divina que se equivoca al entrar en una relación sexual ilícita, y contrae el SIDA en el proceso, será considerado como desviado de los principios de la Ley Divina. Sin embargo, quien pertenece a la civilización occidental y contrae esta enfermedad como consecuencia de la promiscuidad, se le habría mostrado el error de los principios mismos de la civilización occidental. El primer caso demuestra el error del hombre, mientras que el segundo caso demuestra el error de los principios de una civilización entera.