Por: Abdurrahman Murad
La creencia en el Profeta de Dios
El musulmán cree que el Profeta Muhammad fue el último Profeta y Mensajero de Dios. Él no fue divino ni debe ser adorado; pero debe ser obedecido y no se puede adorar a Dios excepto en la manera en que fue enseñada por el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él.
Las órdenes sufis sostienen una amplia variedad de creencias en relación con el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él. Entre ellas están aquellas que creen que él fue ignorante del conocimiento que los mayores Shaijs Sufis poseen. Al-Bustami, un Sheij sufi dijo: “Nosotros hemos entrado a un mar de conocimiento en cuyas orillas se pararon los Profetas y los Mensajeros.”
Otros sufis atribuyen al Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, algún tipo de divinidad diciendo que toda la creación fue creada de la “luz” del Profeta Muhammad. Algunos incluso creen que él fue el primero de la creación y que está descansando sobre el Trono de Dios, esta es la creencia de Ibn Arabi y otros sufis que vinieron después de él.
La creencia en el Paraíso y el Infierno
En resumen, los musulmanes creen que tanto el Infierno y el Paraíso existen ahora, y que son dos moradas reales. El Infierno es donde una persona pecadora será castigada y el Paraíso es donde una persona piadosa será recompensada.
Los sufis, en general, creen que uno no debe pedirle a Dios que le conceda el Paraíso; ellos incluso afirman que el Wali (guardián, santo) no debe buscarlo, pues es un signo de la carencia de intelecto. Para ellos el “Paraíso” contiene un significado inmaterial, lo cual es recibir la sabiduría de lo oculto de parte de Dios y enamorarse de Él.
En lo que tiene que ver con el Infierno, un sufi cree que uno no debe tratar de escapar de él. De acuerdo con ellos, un verdadero sufi no debe ser temeroso del Fuego. Algunos incluso creen que si un anciano sufi escupiera en el Fuego, este se apagaría, como afirmó Abu Yazid Al-Bustami.
Principios del Sufismo
“Voluntaria y total sumisión al Sheij”, es probablemente la consigna del Sufismo. Dando un vistazo, es claro que un vínculo especial y completo se forma entre la cabeza de la orden sufi (el “Sheij”) y el Murid (seguidor); entender los principios del Sufismo yace en entender su estructura básica. Entonces, ¿de qué se trata todo esto?
Básicamente, el seguidor hace un juramento de lealtad, en el que se compromete a obedecer al Sheij y, a su vez, el Sheij promete librar al seguidor de todo problema o calamidad que pueda caer sobre él. El Sheij también ofrece al seguidor sincero lucrativos beneficios adicionales. Una vez el seguidor accede, es bendecido y le es asignado un conjunto de Dhikr (cánticos, alabanzas). El seguidor también debe llevar su vida de la manera estipulada por la orden sufi. Si un conflicto surge entre sus deberes dentro de la orden y sus deberes externos, el seguidor debe actuar de acuerdo a las instrucciones del Sheij. De esta manera, el control del Sheij sobre el seguidor se vuelve absoluto.
En general, el seguidor es separado del mundo exterior y es explotado en muchas formas. Como musulmanes creemos que ningún humano tiene poder o habilidad especial para librarnos de las calamidades de la tumba o el Más Allá. Cada uno de nosotros se presentará delante de Dios y será juzgado individualmente. Dios nos dice:
“Quien siga la guía será en beneficio propio, y quien se descarríe sólo se perjudicará a sí mismo. Nadie cargará con los pecados ajenos”. (Corán 17:15)
Nosotros también creemos como musulmanes que no debemos someternos o rendirnos ante nadie sino solamente a Dios, Todopoderoso. Excepto del Creador, todo lo demás es propenso a cometer errores. El Profeta, que la paz y las bendiciones de Dios sean con él, dijo:
“Todos los hijos de Adán cometen errores, y los mejores de ellos son los que se arrepienten”. (Tirmidhi)
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Ver más:
¿Qué es el sufismo? (Parte 1)
¿Qué es el sufismo? (Parte 2)
¿Qué es el sufismo? (Parte 4)
¿Qué es el sufismo? (Parte 5)