Las alabanzas sean para Al-lah, Cuyo poder y grandeza son infinitos y deslumbrantes. Él nos creó de barro y nos formó con delicadeza, perfección y belleza. Nos agració con la audición, la visión y el habla… {En la Tierra hay signos para quienes tienen certeza interior. También en ustedes mismos. ¿Es que no ven?} [Corán 51:20-21]; {Entre Sus signos está haberlos creado de polvo. Luego se convierten en seres humanos que se multiplican [poblando la Tierra]} [Corán 30:20].
Atestiguo que nada ni nadie merece adoración más que Al-lah, Quien prefirió al ser humano por sobre todas Sus criaturas y lo favoreció con el habla, la razón y la elocuencia. Creador de pueblos y naciones a los que concedió una lengua, un idioma y un acento… {Entre Sus signos está la creación de los cielos y de la Tierra, la diversidad de sus lenguas y colores. En esto hay signos para quienes comprenden} [Corán 30:22].
Y que la paz y bendiciones de Al-lah sean con Su Mensajero, Muhammad, con todos sus familiares y discípulos, y con todo aquel que siga su ejemplo y guía hasta el Día del Juicio.
El enviado de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos aclaró lo positivo que tiene el habla y los peligros a los que nos expone nuestra lengua, pues pese a que es un órgano tan pequeño, junto con el corazón, son como una espada de doble filo que nos puede llevar a los más altos jardines del Paraíso o al más profundo hoyo del Infierno. El Mensajero de Al-lah nos dijo: “La lengua (lo que dijo) será la razón por la que tanta gente será arrojada de cara al Infierno”.
Sufián Bin ‘Abdul-lah Al Bayali le dijo al Mensajero de Al-lah: “Enséñame algo a lo que pueda aferrarme”; le respondió: “Di: ‘Al-lah es mi Señor’, y afiánzate en esta creencia”. Le preguntó: “¿Cuál es el peligro del que más me prevendrías?”; el Profeta se agarró su lengua y dijo: “¡Este!”. Ese fue el mayor temor del Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, pues la lengua es un arma cargada, y cuando una palabra sale es como una bala disparada, ya no se puede detener.
La lengua (la palabra) es una dádiva de Al-lah que debe ser usada de manera correcta, diciendo solo cosas beneficiosas, buenas, bonitas, alabando a Al-lah, recitando el Corán o callando cuando no se tenga nada bueno qué decir, así se convierte en una bendición. Pero si, por el contrario, es empleada para maldecir, para ofender a la gente, para deshonrarla y difamarla, esta bendición se convierte en maldición y las consecuencias que acarreará su mal uso serán desastrosas.
El Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos dijo: “Una de las señales de que la persona se ha afianzado en la fe y se ha aferrado al Islam es que habla poco”. Omar, que Al-lah esté complacido con él, dijo al respecto: “Quien habla mucho, incrementa sus pecados; y de quien aumenta sus faltas, el Infierno será su morada”.
El Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Una persona puede pronunciar una frase a la que no le preste atención y esta la puede llevar a una fosa del Infierno más profunda que la distancia que hay entre el Oriente y el Occidente” (Bujari y Muslim). En otro relato dijo: “Una persona puede pronunciar una frase a la que no le preste atención y por ella puede ser arrojada al Infierno y caerá durante setenta años en él”. Una frase puede provocar el aborrecimiento de Al-lah, por eso hay que ser muy cuidadosos con todo lo que salga de nuestras bocas.
El perjuicio del ocio y de hablar mucho
Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, reportó que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “No exageren hablado sobre temas en los que no se menciona a Al-lah, pues hacerlo endurece el corazón. Los corazones más lejanos de Al-lah son los que se han endurecido” (At-Tirmidhi). Además, hablar de más, de cosas sin sentido, etc., hace que el mismo Profeta aborrezca a la persona en el más allá, dijo: “Las personas más lejanas a mí y más aborrecidas por mí el Día del Juicio son las de peor comportamiento, las charlatanas, las difamadoras, las burlonas y las orgullosas”.
Integridad de la lengua
La integridad de una persona en esta vida inicia con su lengua, con lo que expresa y dice. Dijo el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Al amanecer, todos los órganos del cuerpo del hombre le dicen a la lengua: ‘Teme a Al-lah, pues nuestro futuro (en el más allá) depende de ti’” (At-Tirmidhi y Ahmad). En otra versión de este hadiz se añade: “Si eres recta, nosotros seremos rectos; y si te tuerces, nosotros nos torceremos”. En otro reporte dijo: “Nadie se endereza hasta que su corazón sea recto, y el corazón no logrará ser recto si la lengua no es íntegra”.
A este punto podemos afirmar que una de las señales de que una persona es creyente y de que está firme en la fe y la práctica del Islam es el uso y cuidado de la lengua. El Profeta dijo: “Quien crea en Al-lah y el Día final que diga cosas buenas, si no, que guarde silencio”; además del hadiz que habíamos mencionado antes: “Una de las señales de que la persona se ha afianzado en la fe y se ha aferrado al Islam es que habla poco”.
El control de la lengua y la integridad son una señal de madurez y buen uso de la razón, ejemplos de esto lo tenemos en el comportamiento de los sahabah y los salaf. En una ocasión Omar Ibn Al Jattab vio a Abu Baker, que Al-lah esté complacido con ambos, retorciendo su lengua, le dijo: “¡No hagas eso! Que Al-lah se apiade de ti”; Abu Baker le respondió: “Esta lengua me ha llevado a la desgracia”.
Ibn Mas’ud dijo: “No hay cosa que necesite tanto estar encarcelada como la lengua”. Ma’ruf Al Karji dijo: “Torpe es la persona que habla de cosas que no le incumben”. Ibrahim At-Tamimi dijo: “Antes de hablar hay que pensar. Si lo que se va a decir es necesario, habla; si no, calla”.
La pluma es como una lengua
Los antiguos árabes solían decir que la pluma es una de las dos lenguas que posee el hombre (por ser el medio como se expresa). En la actualidad la escritura es uno de los principales medios por los cuales se comunica la gente, lo cual coincide con una profecía del enviado de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en la que afirmó que una de las señales de la llegada del fin del mundo es que la escritura se propagará. Esto se ve hoy en día en las redes sociales y aplicaciones de chat, donde miles de millones de personas escriben todo lo que quieren.
Así como la persona es responsable por cada palabra que sale de su boca, también es responsable por lo que escribe. Entonces, debemos tener presente a Al-lah en cada momento, para ser muy cuidadosos con lo que digamos y escribamos.
¿Cómo salvarnos?
Cuando ‘Uqba Ibn ‘Amir preguntó por la salvación, el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le dijo: “Amárrate la lengua, confórmate con lo que tienes y busca mejorar tu comportamiento” (Ahmad).
Y, para aclarar más aún este tema, nos dijo: “Quien calla está a salvo”. En una ocasión le dijo a Mu’adh Ibn Yabal: “La lengua (lo que se dijo) será la razón por la que tanta gente será arrojada de cara al Infierno” (At-Tirmidhi). Y le dijo a Abu Dhar: “Debes tener un buen comportamiento y guardar silencio por largo tiempo. Te juro por Quien tiene mi alma en Sus manos que es la lengua lo que hace ver bien a los aduladores (mentirosos)” (Tahhan lo certificó como auténtico).
Luqman el sabio dijo que el silencio es sabiduría y por eso hay pocos que tienen esta costumbre. Así que guarda silencio tanto como puedas y recuerda que el Mensajero de Al-lah dijo: “A quien amarra su lengua, Al-lah le cubrirá sus errores”.