Los meses sagrados son cuatro, dijo Al-lah: {El número de meses para Dios es doce, porque así Él lo decretó el día que creó los cielos y la Tierra. De ellos, cuatro son sagrados. Así es en la religión verdadera. No obren en contra de ustedes mismos durante estos meses} [Corán 9:36].
Estos cuatro meses son: Dhul Qa’dah, Dhul Hiyyah, Muharram y Rayab (es decir, los meses 11, 12, 1 y 7, respectivamente, del calendario lunar islámico). Por decreto de Al-lah estos meses fueron sacralizados, así que todo creyente debe reconocerlos como tal y recordar lo que dijo Al-lah: {Y quien honre los símbolos que Dios ha consagrado [sabrá que,] en verdad, estos [símbolos derivan su valor] de la consciencia de Dios en los corazones} [Corán 22:32]. Por lo tanto, honrar estos meses es una forma de adoración.
En base a el verso en el que Al-lah sacralizó estos cuatro meses, los eruditos han aludido que cometer pecados (es decir, injusticia en contra de la persona misma) es más grave que fuera de este periodo de tiempo y que, por lo tanto, el arrepentimiento inmediato se hace más necesario que nunca.
Los pecados (injusticas) que se deben evitar se dividen en tres clases:
1. Los que tienen que ver con la relación entre la persona y Al-lah, como asociar a Al-lah en Su adoración con algo o alguien.
2. Los que implican a terceras personas.
3. Los que son cometidos por la persona en detrimento propio.
Al Qurtubi, que Al-lah lo tenga en su misericordia, dijo: “No se debe ser injusto en estos meses cometiendo pecados, pues el castigo por las malas obras que se hacen en ellos es peor que en otro tiempo; del mismo modo, las buenas obras son más valoradas”.
Qatada, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Pecar en los meses sagrados es más grave que en otros meses, pese a que el pecado es algo grave en cualquier momento; sin embargo, Al-lah seleccionó estos cuatro meses”.
Ibn Kazir, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Así como pecar en tierra santa (Meca, Medina y Jerusalén) es gravísimo, más que en cualquier otro lugar, lo mismo sucede con los meses sagrados”.
Es una lástima que muchos musulmanes no sepan nada de los meses sagrados y mucho menos sus hijos, ni siquiera saben cuáles son o en qué época vienen, es por eso que se hace indispensable que los reconozcamos, los honremos y que transmitamos este conocimiento a las nuevas generaciones.