El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos enseñó que el dinero y los bienes mejor gastados son los que se invierten en la manutención de la familia y los hijos, dijo: “Entre el dinar que gastas por la causa de Al-lah, en la liberación de un esclavo, la ayuda a un necesitado o en la manutención de tu familia, el mejor de todos es este último” (Muslim). Además, nos inculcó que se le debía dar lo necesario a la familia para que no tengan la necesidad de pedir. Sa’d Bin Abu Waqas, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “Durante la peregrinación de la despedida, el Profeta de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, vino a visitarme, pues sufrí un dolor muy fuerte, tanto que pensé que iba a morir. Entonces le dije: ‘Como ves, siento que voy a morir. Soy una persona rica y la única heredera que tengo es una hija; ¿le dejo un tercio y los otros dos los dono? Dijo: ‘No’. ‘¿Entonces dono la mitad?’ Respondió: ‘No, da un tercio, y aun así es mucho. Que tu heredera sea rica es mejor a que la dejes con la necesidad de pedir a los demás. Recuerda que no hay una limosna que des con la que busques agradar a Al-lah sin que seas recompensado por ello, hasta el bocado que pones en la boca de tu esposa’. Le dije: ‘¿Moriré en La Meca, siendo que yo emigré de ella?’ Me dijo: ‘No, no será así, pues no habrá obra que hagas buscando el beneplácito de Al-lah sin que se eleve e incremente el nivel que alcanzarás. Tal vez vivas un tiempo más y beneficies a unos y perjudiques a otros’” (Muslim).
Es conocido que la Sira del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, ha ayudado a los ‘ulama’ a deducir preceptos de la ley, lecciones y beneficios, y en lo sucedido con Sa’d Bin Abi Waqas hay un ejemplo de ello.
Lecciones, beneficios y dictámenes de este acontecimiento:
• Entre las características reconocidas del Mensajero de Al-lah se destaca el buen trato que tenía para con sus sahabas, era modesto con ellos, aceptaba sus invitaciones, bromeaba con ellos, suplicaba a Al-lah por ellos y sus hijos, cubría las necesidades que tenían, les prestaba atención a todos y cada uno de ellos cuando se reunían, visitaba a sus enfermos, etc. Sahl Bin Hanif, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El Enviado de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, acostumbraba a visitar a los débiles y enfermos y asistía a los entierros” (Al Hakim). Cuando visitaba a un enfermo solía hablarle, aconsejarle, suplicar por su pronta recuperación, como forma de aliviar lo que estaba padeciendo, y eso fue lo que hizo con Sa’d. En un reporte registrado por Ahmad se menciona que el Profeta suplicó por él: “¡Oh, Al-lah! Cura a Sa’d. ¡Oh, Al-lah! Cura a Sa’d. ¡Oh, Al-lah! Cura a Sa’d”. An-Nawawi dijo: “En este reporte se destaca la recomendación de visitar al enfermo, por parte del dirigente y de cualquier otra persona”.
• Los sahabas le consultaban todos los asuntos al Mensajero de Al-lah y les gustaba mucho dar limosna y gastar sus bienes por la causa de Al-lah. Esto se entiende de la consulta que Sa’d le hizo sobre si dar o no dos tercios de su dinero. De la respuesta que el Profeta de Al-lah le dio, An-Nawawi señaló: “En este hadiz se encuentra un milagro, ya que el Enviado de Al-lah vaticinó que Sa’d sobreviviría a esa enfermedad y que efectivamente beneficiaría a los creyentes en su religión y en lo mundanal, de la misma forma que representaba todo lo contrario para los no musulmanes [que urdían planes en contra del Islam y los musulmanes]”.
• El hadiz establece que no es lícito dar como wasia más de la tercera parte del total de los bienes que se van a dejar como herencia y que esa parte puede conferirse a una persona que no sea de los herederos. Ibn ‘Abdul Bar destacó que por conceso de los juristas no es lícito dar más de una tercera parte del total de los bienes a heredar. Ibn ‘Uzaimin agregó que si se da más de lo estipulado, se está violando los derechos de los herederos. Por lo tanto, si lo que se quiere es obtener el beneplácito y la recompensa de Al-lah, se debe dar la herencia a los herederos pobres. Ibn Battal dijo: “Se logra mayor recompensa porque así se está cumpliendo con una obligación establecida por Al-lah, y esto es mejor que dar limosna de forma voluntaria a una persona extraña que no tiene ningún derecho sobre él”. Ibn ‘Uzaimin dijo: “Si los bienes que se van a repartir son pocos, lo mejor es no hacer ninguna wasia, aunque fuera una pequeña parte, esto lo entendemos de lo que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: ‘Que tu heredera sea rica es mejor a que la dejes con la necesidad de pedir a los demás’”. Algunas personas con falta de conocimiento piensan que si no se hace wasia no hay bendición, pero esto no es así, pues como está mencionado en el hadiz, lo mejor es dejarles los bienes a los herederos, aunque ellos no quieran recibir nada.
• El Profeta de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, procuró que los herederos −cónyuge, hijos y familiares− quedaran asegurados en lo posible y por ello prohibió que se diera como wasia más de una tercera parte del total a repartir. An-Nawawi dijo: “En este hadiz se establece la justicia entre los herederos y las donaciones. Los compañeros de nuestra escuela de pensamiento junto con otros eruditos establecieron que si los herederos por derecho ya son ricos, es aconsejable que el testador done una tercera parte de sus bienes; pero si no, lo recomendado es que si quiere dar una wasia que sea menos de la tercera parte. En la zona en la que me encuentro los especialistas afirmaron que si el testador quiere donar más de la tercera parte, debe solicitar autorización de su heredero”.
• Acumular bienes y fortuna no es algo que se recrimine en el Islam, siempre y cuando se haga de forma halal (lícita), no lleve a la persona a descuidar sus obligaciones religiosas y que su objetivo sea usar ese dinero en lo que es lícito. Ibn Hayar destaca que en este hadiz se establece que no es malo ser adinerado, ya que Sa’d dijo que era rico y no fue condenado por ello.
• Se destaca la estrecha relación que hay entre el Corán y la Sira profética, pues no es posible entender muchas de las aleyas coránicas de forma correcta o deducir las leyes y preceptos del Corán sin conocer y comprender los sucesos de la biografía del Profeta. Ibn Kazir comentó en su Tafsir la interpretación del verso en el que Al-lah dijo: {Que [los apoderados de los huérfanos] se preocupen [por ellos] igual que si dejasen tras de sí a sus propios hijos menores huérfanos y temiesen por ellos. Que tengan temor de Dios y digan la verdad} [Corán 4:9], que Ibn ‘Abbas dijo: “Este verso fue revelado en relación con un individuo que en su agonía de muerte declara una wasia que perjudica a sus herederos y es escuchado por una persona que está en su presencia. Esta persona tiene la obligación de aconsejarlo e indicarle lo que es correcto y que tema a Al-lah, y que busque proteger a sus herederos como si temiera que se fueran a perder y extraviar”. Esto mismo fue lo que indicó Muyahid y más de un erudito.
Se estableció en los dos sahih el reporte de el que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, fue a visitar a Sa’d (según el hadiz que estamos tratando). Ibn ‘Abdul Bar dijo: “En este episodio hay un claro ejemplo de la forma en que la Sunna explica el Corán, ya que en él no se determinó una cantidad límite para la wasia, por eso Al-lah dijo: {Los envié con evidencias claras y con Libros revelados. Y a ti [¡oh, Muhammad!] te he revelado el conocimiento [de la Sunna] para que expliques a la gente la revelación [el Corán] que habían recibido, para que así reflexionen} [Corán 16:44], es decir, para que aclares lo que tu Señor estableció en la revelación”.
• Mantener a la familia es un acto que es bendecido y recompensado, si la persona busca con ello la complacencia de Al-lah. Es más, cualquier acto pequeño, que se piense insignificante, dentro de lo que es lícito claro está, tiene su recompensa, hasta el darle un bocado a la esposa o el esposo, como se registró en Abu Dawud del Profeta de Al-lah.
En esta corta visita que el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le hizo a Sa’d Ibn Abu Waqas, que Al-lah esté complacido con él, nos indicó que lo que se gasta en la manutención de la esposa, los hijos y familiares es recompensado como si hubiera hecho una sadaqa, hasta los asuntos más insignificantes, como lo mencionamos antes, se contarán así, lo importante es que se tenga una intención sincera de hacerlo por Al-lah.