Consecuencias del dinero mal habido:
La gente olvida o pasa por alto el mal que genera el dinero proveniente de fuentes ilícitas y lo sucio que resulta ser. El dinero mal habido es un camino que conduce al fuego infernal y a la maldición del Creador. Dijo Al-lah: {Coman de las cosas buenas que les he proveído, pero no se extralimiten, pues Mi ira recaería sobre ustedes} [Corán 20:81]. Y el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo, como vimos antes: “Que Al-lah maldiga a quien da y recibe un soborno”. De igual forma dijo: “Que Al-lah maldiga al usurero, a quien lo representa en un contrato de usura, al que lo redacta y a los testigos, todas esas personas son iguales”. Además formuló: “Ustedes vienen a mí buscando un dictamen para las disputas que tienen entre sí, pero puede ser que una de las partes en conflicto sea más elocuente y argumente mejor. Así que cuando dicte un veredicto en favor de ustedes y que desfavorezca a uno de sus hermanos porque me basé en las pruebas que se me presentaron, que sepa que si es falso lo que argumentó, es como si le estuviera dando un trozo de fuego incandescente y abrazador, así que es mejor que no lo reciba” (Bujari).
Como castigo en esta vida se sufrirán calamidades, enfermedades, posiblemente terminales, la falta de tranquilidad, la estrechez y angustia, los problemas continuos en el hogar que generan rabia y desgracia.
Otra consecuencia es el rechazo de las obras de bien. Por eso se dice que adorar a Al-lah y desobedecerlo al mismo tiempo, en este caso, adquiriendo bienes del haram y consumiéndolos, es como si se quisiera construir sin bases y sobre las olas del mar. Recordemos que Al-lah es Bueno y Bondadoso, por lo que solo acepta acciones buenas. Sahl dijo: “Aquel cuyos bienes proceden del halal obedecerá a Al-lah voluntaria e involuntariamente. Pero aquel que los adquiere del haram, lo desobedecerá voluntaria e involuntariamente”. Ibn Omar dijo: “Quien reza vistiendo un traje que fue comprado aunque sea con solo un centavo procedente del haram, su oración le será rechazada siempre que ore con ese mismo vestido”. Se registró que cuando una persona quiere cumplir con la peregrinación el demonio les dice a sus ayudantes: “Fíjense de dónde proviene su sustento”. Si se da cuenta que este es producto del haram les ordena dejarlo en paz, porque lo que haga no le va a servir de nada, ya que no será válido ni reconocido.
Otra consecuencia es la desobediencia y la falta de respeto de los propios hijos, además de su alejamiento de la guía correcta. Todo esto es producto de su crianza, la cual se hizo alimentándolos, vistiéndolos y cubriendo todos sus gastos con dinero mal habido.
Otra de sus malas consecuencias, como ya habíamos mencionado, es el rechazo de la súplica. Se registró que Sa’d fue a donde el Enviado de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y le dijo: “Pídele a Al-lah que responda mi súplica”; el Profeta le respondió: “Si quieres que tus ruegos sean escuchados, procura tu sustento con lo lícito”. Yahia Bin Mu’adh dijo: “Un grupo de personas de los Hijos de Israel le pidieron a Al-lah que hiciera llover. Entonces Él le inspiró al Profeta que les había enviado que les dijera: “Me piden, pero sus manos han derramado sangre y han llenado sus hogares con bienes mal habidos; lo único que voy a darles es Mi enojo”.
El dinero mal habido borra cualquier bendición, por eso el Profeta dijo: “El vendedor y el comprador tienen la opción de continuar con la transacción o deshacerla mientras estén sentados negociando. Una vez se separen, si fueron veraces, serán bendecidos, pero si no, la bendición será destruida”.
Así que no nos queda más que aconsejarles la piedad y que tengan siempre presente a Al-lah en la forma de conseguir sus bienes.