Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, relató: “Una mujer de nombre Yamilah vino a mí con sus dos hijas...
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