¿Qué es el Corán? ¿Qué es este libro que sacudió hasta sus cimientos, no solo el mundo, sino el universo entero?
Los musulmanes de conocimiento definen unánimemente al Corán como “el discurso de Al-lah”. Ellos, sin embargo, difieren sobre las características y dimensiones de esta definición. Nuestra actitud hacia estas diferencias académicas será la de apoyar la posición de los defensores de la verdad entre las generaciones rectas.
El asunto más importante que nos concierne aquí es aclarar el Asel (el origen) sobre el que los corazones y mentes de toda la Ummah convergen: el Corán es el Discurso de Al-lah. Esta es una verdad primordial.
¿Pero no sería bueno para nosotros reflexionar más al respecto?
Al-lah es el Creador de todo el universo. ¿Alguien puede imaginar siquiera la dimensión de este universo? Seguramente nadie, excepto su Creador, tiene la mente para hacer esto.
El limitado intelecto humano no puede comprender completamente las dimensiones colosales del universo junto con esta Tierra y sus secretos ocultos. ¡Y qué de las etapas legendarias del espacio! ¡Y de sus estrellas, planetas y sus órbitas!
¡Y qué de este cielo sobre nosotros y sus constelaciones! ¡Qué de estos siete cielos apilados uno sobre otro! Es una maravilla, entre desconocida e incomprensible, que desafía toda medida, incluso millones de años luz.
¿Dónde te encuentras ahora? Pregúntatelo. Estás en una mota diminuta incluso en el espacio de este “limitado” cielo mundano.
Sin embargo, tu Señor, tu Creador, el Creador de todo, el Único que abarca todas las cosas con Su conocimiento y poder, este Señor Glorioso y Majestuoso, ha decidido, en Su misericordia, hablarte.
Él te habla a través del Corán, el discurso del Señor de los mundos. ¿Te das cuenta de lo que estás escuchando? Al-lah, el Altísimo, el Señor del universo, ¡te habla! {…Escucha, pues, lo que te revelaré} [Corán 20:13].
¿Qué pasa con esa conciencia, ese corazón que reflexiona sobre esta gran realidad y no se postra en el suelo ante Al-lah, el Único, el Irresistible, ese corazón que se debate entre el temor y la esperanza? Solo un corazón tallado en roca podría dejar de postrarse.
¿Qué? ¡Astagfirul-lah! Pido perdón a Al-lah por esto, pues las piedras temen a Al-lah.
{Luego se endurecieron vuestros corazones como piedras, o más duros aún, porque de algunas piedras brotan ríos, otras se parten y surge de ellas agua, y otras se derrumban por temor a Al-lah; y Al-lah no está desatento de cuanto hacéis} [Corán 2:74].
{Si hubiéramos hecho descender este Corán sobre una montaña, la habrías visto temblar y derrumbarse por temor a Al-lah. Así exponemos a los hombres los ejemplos para que reflexionen} [Corán 59:21].
Las parábolas que Al-lah pone son reales, no metafóricas. Acaso no has leído lo que Al-lah dijo sobre el Profeta David (lo que se interpreta en español): {Nosotros le sometimos las montañas, para que junto con él glorificasen [a Al-lah] al anochecer y al amanecer, y [con el mismo fin] también le sometimos a las aves en bandadas. Y por cierto que todos [las montañas y las aves] lo obedecían} [Corán 38:18-19].
Y la declaración de Al-lah (que se interpreta en español): {Y cuando Moisés acudió al encuentro y su Señor le habló, [Moisés] le pidió: Muéstrate para que pueda verte. Dijo [Al-lah]: No lo resistirías. Observa la montaña, si permanece firme en su lugar [después de mostrarme a ella], pues entonces tú también podrás verme. Pero cuando su Señor se mostró a la montaña, esta se convirtió en polvo, y Moisés cayó inconsciente. Cuando volvió en sí exclamó: ¡Glorificado seas! Me arrepiento y soy el primero en creer en Ti} [Corán 7:143].
Dudar de lo indudable
El Discurso de Al-lah es el discurso del Señor del universo. Y cuando Al-lah habla, lo hace desde lo alto, pues Él es el Altísimo, el Supremo. Él está por encima de todas las cosas, abarcando todas las cosas con conocimiento y poder. Reflexiona entonces sobre Sus palabras (que se interpretan en español): {Ellos [los incrédulos] siguen dudando de la comparecencia ante su Señor. Y por cierto que Él abarca todas las cosas con Su conocimiento y poder} [Corán 41:54].
Por lo tanto, el Corán abarca el universo entero y nos habla de muchas de sus maravillas. Respecto a la majestuosidad del Corán, Al-lah dice (lo que se interpreta en español): {¡Juro por las estrellas cuando desaparecen! Y por cierto que es un juramento grandioso. ¡Si lo supierais! Que este es el Corán Sagrado, cuyo original se encuentra en un libro custodiado [la Tabla Protegida], y solo pueden tocarlo los purificados [los Ángeles]. Y ciertamente es una revelación procedente del Señor del universo. Vosotros [¡oh, incrédulos!] desdeñáis este Mensaje, y en lugar de agradecerle a Al-lah [las gracias que os concede] negáis la Verdad} [Corán 56:75-82].
¡Glorificado sea nuestro Señor! ¡No negamos ninguna de Tus señales! ¡Tal es el Corán! La Palabra del Único, Aquel que abarca las posiciones de las estrellas a las que Él crea, ordena y controla. Él descendió un Libro que refleja todas estas realidades inmensas. Lo descendió sobre el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, después de haberlo preparado para el gran mensaje. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {En verdad, te transmitiremos una palabra de gran peso [el Corán]} [Corán 73:5].
Por lo tanto, cuando los incrédulos niegan el Corán, Al-lah rechaza la superficialidad de su pensamiento, la deficiencia de su percepción, y la debilidad de su visión, que los hace incapaces de comprender la dimensión cósmica del Corán inmersa profundamente en los océanos de lo oculto; el Corán dice sobre ellos (lo que se interpreta en español): {Y dicen: Son las fábulas de nuestros ancestros que él ha copiado, y las cuales le son leídas mañana y tarde. Diles [¡oh, Muhammad!]: Lo ha revelado Quien conoce lo oculto en los cielos y en la Tierra; ciertamente Él es Absolvedor, Misericordioso} [Corán 25:5-6].
¡Qué respuesta tan singularmente profunda! Y en verdad el Corán aborda mucho del misterio en los cielos y en la tierra. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Por cierto que expusimos en el Corán todo tipo de ejemplo, pero el hombre es un gran discutidor} [Corán 18:54]; y también (lo que se interpreta en español): {Les haremos ver Nuestros signos en los horizontes, y en ellos mismos, hasta que se les evidencie [a través de ellos] la Verdad. ¿Acaso no es suficiente tu Señor como Testigo de todo?} [Corán 41:53]