Introducción
En el Islam está prohibido celebrar cualquier festividad o acontecimiento que tenga orígenes paganos o que no tengan una evidencia en los textos de las fuentes del Islam: El Corán y la Sunnah.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.} [Corán 4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las diferentes celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa, en especial las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto buscador de la verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la autenticidad de dichos actos. Un argumento común presentado por quienes apoyan estas tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las mismas no tienen relación alguna con el paganismo y que están sustentadas por la Biblia y la tradición cristiana. También, alegan que los musulmanes y los críticos, al no creer en la autenticidad absoluta de la Biblia, carecen de autoridad para defender sus argumentos.
Es en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
Tal es la historia de la pascua. Las observancias populares que todavía ocurren en el período de su muy extendida celebración confirman el testimonio de la historia la cual les adscribe un origen babilónico. Los pasteles calientes de la cruz del Viernes Santo y los huevos de la Pascua o del Domingo de Pascua figuraban en los ritos Caldeos tal como se hacen. El origen de los Huevos Pascuales es evidentemente claro. Los antiguos Druidas tomaron prestado un Huevo como emblema sagrado de su orden (Davies’s Druids pág. 208). En los misterios de Baco tan celebrado en Atenas, una parte de la ceremonia nocturna consistía en la consagración de un huevo. Las fábulas Hindúes celebran su huevo mundano de color dorado (Col. Kennedy, pág. 223). El pueblo de Japón hace su huevo sagrado bronceado (Coleman pág. 340). En China en esta hora, los huevos teñidos o pintados se usaban en los festivales sagrados aun como en este país. En tiempos antiguos los huevos se usaban en los ritos religiosos de los egipcios y griego y eran colgados para propósitos místicos en sus templos (Wilkingson, Vol. iii, pág. 20). El nombre hebreo para un huevo es Baitz, o, en el femenino porque hay dos géneros, Baitzan. Esto en Caldeo y Fenicio llegaba a ser Baith, o, Baitha, el cual en estos idiomas era la forma usual de pronunciar el nombre de una casa. (La palabra común “Beth” “Casa” en la Biblia sin los puntos es “Baith” como puede ser visto en el nombre de Bethel que se da en Gn. 5: 1 de la Septuaginta donde es “Baith-El”). El huevo flotando en las aguas que contenían el mundo era la “casa” flotando sobre las aguas del Diluvio con los elementos del nuevo mundo en su base. La Iglesia Romana adoptó este huevo místico de Astarté y lo consagró como un símbolo de la resurrección de Cristo. Una forma de la oración era siempre citada para ser usada en relación con ella, el papa Paulo V enseñaba la oración al huevo de Pascua (Scottish Guardian, Abril 1844).
Además del huevo místico había otros emblemas de la pascua. La diosa reina de Babilonia, con la granada en su mano, frecuentemente es representada en antiguas medallas en la casa de Rimmon en la cual el rey de Damasco, el maestro de Naamán el sirio adoraba, era una semejanza del templo de Astarté donde era adorada la diosa con la granada o Rimmon.
La granada es un fruto que está lleno de semillas y se suponía que era empleado como un emblema de esa vasija la cual los gérmenes de la nueva creación eran preservados donde el mundo tenia que ser sembrado por un hombre con bestia después de la desolación del Diluvio.
El papado inspira el mismo sentimiento con relación a la reina del cielo romano y guía a los devotos a ver el pecado de Eva en mucho la misma luz derivada del paganismo. En el Canon de la misa el servicio más solemne en el misal romano que ocurre la siguiente expresión donde el pecado de nuestro primeros padres es apostrofado:
“O Beata, culpa, quoe talem meruisti redemptorem”, “Oh Bendita falta, la cual hizo procurar al Redentor”. La idea contenida en estas palabras es puramente pagana. Como Roma ama los mismo sentimientos como lo hacia el paganismo, así ha adoptado los mismos símbolos, en su debida oportunidad. En este país y en la mayoría de los países de Europa, no se da la granada y sin embargo la superstición de la granada debe como sea posible ser observada. En lugar de la granada, se emplea la naranja; y así los papistas de Escocia juntan sus naranjas y huevos en la Pascua; como también cuando el obispo Gillis de Edimburgo fue a través de la ceremonia vanagloriosa de lavar los pies de doce irlandeses hace unos años en la Pascua, concluyo por presentar cada uno de ello con dos huevos y una naranja.
“O Beata, culpa, quoe talem meruisti redemptorem”, “Oh Bendita falta, la cual hizo procurar al Redentor”. La idea contenida en estas palabras es puramente pagana. Como Roma ama los mismo sentimientos como lo hacia el paganismo, así ha adoptado los mismos símbolos, en su debida oportunidad. En este país y en la mayoría de los países de Europa, no se da la granada y sin embargo la superstición de la granada debe como sea posible ser observada. En lugar de la granada, se emplea la naranja; y así los papistas de Escocia juntan sus naranjas y huevos en la Pascua; como también cuando el obispo Gillis de Edimburgo fue a través de la ceremonia vanagloriosa de lavar los pies de doce irlandeses hace unos años en la Pascua, concluyo por presentar cada uno de ello con dos huevos y una naranja.
Ahora, este uso de la naranja como el representante del fruto del árbol prohibido del Edén, se ha observado, no es de invención moderna; se remonta a los tiempos de la antigüedad clásica. Los jardines de los Herespidos en el occidente eran admitidos por todos los que habían estudiado el asunto, contrapartida al paraíso del Edén en el Oriente. Hércules, una forma del Mesías pagano, no el primitivo, sino el Hércules Griego en estado de infelicidad mató o sometió a la serpiente, el ser envidioso que corrompió la humanidad. Aquí Dios y el Diablo son lo mismo cambiando de lugares. Jehová que prohibió al hombre comer del árbol del conocimiento es simbolizado por la serpiente y sostenido con un ser maligno mientras que emancipaba al hombre del yugo de Jehová y le dio el fruto del árbol prohibido. En otras palabras, bajo el nombre de Hércules, se celebra como el libertador gracioso y bueno de la raza humana, he aquí el misterio de iniquidad. Hoy todo esto está envuelto en la “Naranja” sagrada de la Pascua.
La Pascua Católica
PASCHA latino, PASJA Griego, principal festival anual de la iglesia Cristiana, celebrando la Resurrección de Jesucristo en el tercer día después de su Crucifixión. Los orígenes de la Pascua data al comienzo del Cristianismo, y es probablemente la observancia Cristiana más antigua después del El Sábado (originalmente observó el sábado, luego el domingo); el Sabat consecuentemente vino a ser observado como la celebración semanal de la Resurrección. El nombre Inglés Pascua es de origen incierto; el sacerdote Anglosajón Venerable Beda en el siglo VIII lo derivó de la diosa Anglosajona
de la primavera Eostra.
de la primavera Eostra.
La fecha de Pascua.
Los Cristianos Occidentales celebran la Pascua en el primer Domingo después de la luna llena (la luna pascual) que ocurre sobre o poco después del equinoccio vernal (tomado como Marzo 21). Si la luna pascual, que es calculada desde un sistema de números áureos y días y no necesariamente coinciden con la luna llena astronómica, que ocurre en un Domingo, el día de Pascua es el sucesor Domingo. La Pascua, por lo tanto, puede caer entre Marzo 22 y Abril 25. Esta regla se fijó después de mucha controversia y la incertidumbre, que duró en diversas partes de la iglesia hasta el siglo VIII.
En la Iglesia Ortodoxa Oriental, sin embargo, un cálculo ligeramente diferente se sigue, con el resultado que La Pascua Ortodoxa, aunque a veces coincidiendo con el de que el Oeste, poder caer uno, cuatro, o cinco semanas después.
En el siglo XX, la posibilidad de una fecha fija para la Pascua se ha discutido y apoyado entre algunos Cristianos; la adopción dependería del acuerdo siendo alcanzada entre diversas iglesias. El segundo Domingo en Abril se ha propuesto.